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ALBERTVILLE 92

Lee-Gartner gana el descenso más emocionante

, El descenso femenino, la segunda prueba reina del esquí alpino, vivió una sorpresa similar al masculino. Las favoritas, la austríaca Petra Kronberger y la alemana Katia Seizinger, ni siquiera consiguieron medallas. Pero fue la prueba olímpica más apretada de la historia. Las cinco primeras quedaron en un margen de 18 centésimas, un suspiro, 4,42 metros exactamente, tras los 2.770 del recorrido hecho entre 1.52.55 minutos de la sorprendente ganadora, la canadiense Kerrin Lee-Gartner, que logró el primer gran éxito de su carrera, y los 1.52.73 de la gran favorita, Kronberger.

Las condiciones climatológicas y el estado de la nieve influyeron decisivamente y sólo la ganadora superó en algún momento los 100 kilómetros por hora. Lee-Gartner tiene 25 años y dio una sorpresa incluso mayor que el austriaco Patrick Ortlieb en la prueba masculina. Al fin y al cabo, éste era segundo de la general de la Copa del Mundo de esta temporada. Pero Lee-Gartner apenas había sido cuarta en Serre-Chevalier (Francia) y sexta en Santa Caterina (Italia) y Grindelwald (Suiza). Ayer ganó a la norteamericana Hilary Lindh, medalla de plata, otra sorpresa aún mayor, por seis centésimas, ni siquiera metro y medio.En los entrenamientos de días anteriores tampoco la canadiense había estado mejor. Lindh, al menos, fue quinta dos veces los primeros días y décima en el último, con lo que parecía en mejor forma. Pero claramente ha venido a tocar el cielo olímpico con su mejor forma de la temporada, porque su tarjeta de visita no podía ser más discreta: 14ª en Santa Caterina, 13ª en Serre y 11ª en Grindelwald. Bajó en el puesto 16 y ni ella misma se lo creía: "Ha sido una gran sorpresa y estoy muy feliz", dijo.

Lee-Gartner, la ganadora, fue algo más pedante y declaró: "Esperaba este momento desde hace muchos años". Añadió que no haría mucha fiesta, porque también tiene posibilidades en el supergigante del lunes.

Lee-Gartner fue la única que superó los 100 kilómetros por hora de velocidad máxima en el momento más rápido del descenso, a una media de 88,6. Mide 1,73 metros y pesa 63 kilos, un buen físico para el descenso, pero no de los mejores. Tanto ella como Lindh y la tercera clasificada, también sorprendente, la austriaca Veronika Wallinger, se vieron favorecidas por la mejoría del tiempo en sus bajadas, pues las nubes y la niebla despejaron, a diferencia de cuando lo hicieron Seizinger y Kronberger.

Triunfos repetidos

La medalla de oro para Canadá fue una novedad porque el resto de pruebas de ayer registraron triunfos de los países que acaparan el medallero con Austria, es decir, Alemania, CEI y Noruega. Incluso en los 10 kilómetros del esquí de fondo femenino estilo libre, es decir, con movimiento de esquíes como un patinador, repitió medalla de oro la rusa Lyubov Egorova, ganadora ya de la primera medalla de los Juegos en los 15 kilómetros estilo clásico, o sea, con el movimiento paralelo y tradicional de las tablas. En los 15 kilómetros masculinos, también de estilo libre, el noruego Bjorn Daehlie se tomó la revancha ante su compatriota Vegard Ulvang, ya dueño de dos medallas de oro.

En los 500 metros masculinos del patinaje de velocidad, la final más rápida del deporte más rápido, el alemán Uwe-Jens Mey ganó el oro como en Calgary 88, aunque entonces para la RDA. Sólo voló a 48,46 kilómetros por hora, pues la pista de Albertville estaba mal por la lluvia.

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