Guerra advierte contra los discursos que fomentan "actitudes fascistas" en España

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, afirmó anoche en Sevilla que en España se oyen discursos políticos que "apuntan actitudes antidemocráticas" que alimentan modos "prefascistas", durante la apertura de un ciclo de conferencias sobre El socialismo del futuro organizado por el PSOE de Sevilla. Guerra fue aclamado por más de un millar de militantes socialistas con gritos de "¡Alfonso, Alfónso!".

Guerra planteó una serie de interrogantes sobre cómo deben afrontar los socialistas la acción política ante los cambios históricos recientes. Advirtió, dentro de las incertidumbres actuales, sobre el resurgimiento de la xenofobia en Europa, como consecuencia de la llegada de miles de inmigrantes del Este de Europa y del Norte de África, y aseguró que en España se oyen discursos de políticos, líderes de opinión y medios de comunicación que "apuntan actitudes antidemocráticas, que alimentan actitudes prefascistas". Guerra recordó que en Alemania esta situación supuso el ascenso de Hitler.Otro elemento de incertidumbre a finales del siglo XX son las nuevas tecnologías, que, según dijo, desplazan el papel de los trabajadores como motor fundamental del proceso productivo. También advirtió del riesgo que, a su jucio, supone que en una sociedad intercomunicada el poder de la información resida "en tan pocas manos".

"La información puede ser la alienación del futuro" como demostró la guerra del golfo Pérsico, dijo Guerra, que añadió: "Ha sido la guerra más clandestina de la historia". Comparó la actuación de los medios de comunicación en este conflicto con una cuarta fuerza armada junto a los ejércitos de Aire, Mar y Tierra: "La realidad objetiva o construible se puede convertir en la auténtica", precisó.

De igual forma sucede, según Guerra, en el terreno económico: "Los poderes de decisión económica son supranacionales. A partir de ahora puede ocurrir que se ocupe el poder representativo, pero no se tenga realmente el poder". Pese a esta agria descripción, aseguró que siempre habrá dos actitudes radicalmente opuestas: una egoísta y reaccionaria, y otra progresista, solidaria y libre, donde, según manifestó, están encuadrados los socialistas.

El socialismo, según Guerra, debe luchar por la eliminación de todo vestigio de dominación del ser humano y por el "derecho a la diferenciación" frente a los poderes que manejan el flujo de información, al tiempo que debe apoyarse en clases sociales más amplias "no laborales". Guerra finalizó con el siguiente mensaje: "El neoliberalismo propone de nuevo que los hombres en el poder obedezcan sólo a la lógica de la fuerza económica en lugar de la lógica de las ideas. Los resultados económicos son importantes, pero no son el único dato de la realidad".