Dimite al completo la dirección política del Frente de Liberación Nacional argelino

La dirección política del Frente de Liberación Nacional (FLN) argelino dimitió ayer de forma colectiva, según anunció su secretario general, Abdelhamid Mehri, en el canal 3 de la radio argelina. Preguntado por la dimisión de Mohamed Salah Yahiaoui, transmitida previamente, Mehri respondió: "También ha dimitido colectivamente la dirección política [del FLN] y su secretario general".

El FLN se había sumado recientemente al Frente Islámico de Salvación (FIS) en sus críticas a la nueva junta cívico-militar que tomó el poder tras la dimisión del presidente Chadli Benyedid y suspendió el proceso electoral en Argelia. Por otra parte, otras 16 personas han sido detenidas en el país como consecuencia de la guerra de las mezquitas, decretada por la junta cívico-militar hace una semana, en un intento de recuperar los templos en favor de toda la sociedad y acabar con el uso abusivo que el Frente Islámico de Salvación ha venido haciendo de los lugares santos.El último de los detenidos conocidos es un militante de la organización integrista que el pasado viernes, en plena plegaria en la mezquita de Ain Sebá, en la localidad de Ain Temuchent, se puso en pie en medio de la sala para lanzar un discurso en el que citó a los fieles a la reunión y a iniciar una guerra santa contra el Gobierno.

Las 15 personas restantes detenidas son vecinos del barrio de Bab el Ued que participaron el pasado viernes en los incidentes originados en torno a la mezquita de Suna y que promovió indirectamente, a través de los altavoces, el imam Abdelkáder Mogni, responsable del templo y uno de los dirigentes más radicales del FIS, que fue elegido diputado del Parlamento en las pasadas elecciones legislativas, tras haber conseguido el 85% de los votos de los vecinos de su barrio.

Ayer, al tiempo que se hacían públicas estas detenciones, el Ministerio de Asuntos Religiosos daba a conocer un comunicado en el que se argumentan, desde un punto de vista doctrinal, las razones de esta nueva política iniciada por la junta militar. El comunicado iba dirigido sobre todo a los imames y ulemas, en un intento de ganarse su confianza, devolverles la tranquilidad e implicarles en esta operación, impidiendo que puedan ser manipulados por el Frente Islámico, poniéndolos en contra del Gobierno.