El Valencia toma una buena renta al Barça
El Valencia se merendó al Barcelona en una noche de bocadillos y naranjas. El partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey fue vibrante. Los aficionados, que dejaron en taquilla 22 millones de pesetas, transformaron el frío y la humedad en una continua fiesta de palmas y colorido. Sólo durante los 20 primeros minutos de la segunda parte la calma reinó en Mestalla. Fueron unos instantes postcena, y eso hay que respetarlo.Johan Cruyff fuel fiel a sí mismo y contribuyó a dar marcha al partido. Después de una década como titular bajo la portería, Zuizarreta tuvo que ver un partido en el banquillo. Más que eso: Cruyff anuncié que será Busquets el portero del Barca en los partidos de Copa. Quizá sólo pueda jugar uno más, ante la ventaja cobrada por el Valencia. Cruyff fue más allá. Sacó de la alineación a uno de sus favoritos, Bakero, y metió a Julio Salinas, que ha estado en la nevera toda la temporada. Con el entrenador holandés siempre hay que estar mosca.
Por lo que se refiere al esquema, Cruyff también fue original. Durante toda su vida ha pregonado el juego con dos extremos, bien pegados a la cal. En Mestalla decidió abandonar la banda derecha y colocó todo su armamento por la izquierda, con Witschge, Beguiristain y Laudrup. Y cuando salió Goikoetxea le colocó en la banda izquierda, como estaba escrito.
La mayor preocupación de Hiddink era arrinconar al Barcelona con un juego ofensivo y frenar las incursiones de Laudrup, verdugo de los valencianistas en el pasado partido de Liga. La primera premisa del técnico holandés del Valencia se cumplió. La segunda, dejar a Laudrup en el olvido, funcionó aunque de una forma peculiar. Giner, Tomás e incluso Quique se encargaron de anular al gran danés en una noche de perros, aunque nadie se llegó a morder.
El frío y la presencia de las cámaras de las televiones autonómicas no permitió el lleno en Mestalla. Sin embargo los que acudieron, bien provistos de vituallas, disfrutaron con la victoria de su equipo y con el gran espectáculo. El estadio del Valencia ha vivido, en sólo cuatro días de diferencia, dos partidos con ritmo, emoción y buen juego. Parece un lujo para empezar el año 92 y más si tenemos en cuenta que el equipo que preside Arturo Tuzón lleva ya ingresados 46 millones de pesetas en concepto de taquilla y en este mismo més de enero el visitante será el Real Madrid.
Gran juego
Los aficionados estaban ansiosos de fútbol y disfrutaron. Cruyff, fiel a su sistema defensivo, intentó dar la vuelta al encuentro dando entrada, de forma consecutiva, a Giocoechea y Nadal. Pero no tuvo éxito. La inspiración de la zaga local y la lucha en la delantera de Penev se bastaron para acabar con las ilusiones del segundo holandés en el banquillo de Mestalla.
Curiosamente fue el jugador más pequeño del partido el que inauguró el marcador en una jugada de rebote. Eloy, en pugna con Serna, o Serna en pugna con Eloy, llevaron el balón al fondo de la meta de Busquets. El sorprendente sustituto de Zubizarreta falló en su primera intervención pero luego sacó varios disparos de gol, incluido uno espectacular de Leonardo.
En las contadas ocasiones que el equipo blaugrana llegó a la meta de Sempere se encontró con la agilidad del guardameta titular del Valencia. Sempere le sacó a Salinas un balón importante y luego Boro se encargó de amargar la noche al delantero vasco.
El Barcelona perdió una larga racha sin conocer la derrota. Pero la Copa del Rey no es la Liga y la eliminatoria no está resuelta. Quedan 90 minutos en el Camp Nou y, si se repite el espectáculo, los dos equipos habrán contribuido a que los aficionados acudan más a los campos. Como postre a este buen atracón futbolístico hay que mencionar la gran actuación de Penev. El delantero búlgaro, puro marketing, sacó todo su juego a relucir coincidiendo con la visita del Barcelona y con la presencia de las cámaras de televisión. Suyo fue el segundo gol, y suya fue la batalla contra la zaga del Barcelona. A Penev sólo le falta sacar todos sus recursos cuando no hay cámaras por medio.
El Valencia dio anoche un paso importante en la Copa. Ganar dos a cero al Barcelona y permitirse el lujo de fallar ocasiones claras no se, ve todos los días. Hiddink ya ha encontrado a los hombres que pongan en práctica su sistema.
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