El Atlético-Real Madrid se jugara el sábado, pero Gil sigue negándose a que se televise

El derby Atlético de Madrid-Real Madrid se jugará definitivamente el sábado, pero la incógnita sobre si será televisado o no aún se ha despejado. Jesús Gil, el presidente del Atlético, insiste, pese a la presión de la Liga de Fútbol Profesional, en su decisión de no permitir la retransmisión del encuentro. Ni la amenaza de una sanción de 276 millones de pesetas -la totalidad del dinero que le corresponde por el contrato firmado por las televisiones y la Liga- ha hecho modificar aún la postura de Gil. El atlético, sin embargo, ha aceptado la imposición de la Liga de jugar el sábado.

El Atlético envió ayer una carta a la LFP en la que le exigía fijar de una vez por todas la fecha y hora en la que debía disputarse el derby, ya que en caso contrario la establecería el propio club para el domingo 5 de enero a las 17 horas. También avisaba que no permitiría entrar a las cámaras de televisión, salvo que la LFP le entregase los 184 millones de pesetas que separan lo que cobran los clubes incluidos en la primera categoría del contrato con las televisiones (450) de lo que cobran los de segunda (276), en los que está incluido la entidad que preside Jesús Gil.Posteriormente, la LFP envió una notificación al Atlético, al Real Madrid y a la Federación Española de Fútbol, firmada por su secretario general, Jesús Samper, en la que se fijaba la fecha de celebración del encuentro para el sábado día 4 de enero a las 20 horas. Así mismo, solicitaba a Jesús Gil que diera todo tipo de facilidades para la transmisión del partido.

137 millones más

En el caso de que Jesús Gil mantenga su actual postura un portavoz de la Liga Profesional aseguró que el Atlético será sancionado con una multa de 276 millones de pesetas, la totalidad de lo que le corresponde por el contrato con las televisiones. Así mismo la FORTA (Asociación de las Televisiones Autonómicas), reclamaría 137 millones de pesetas a LFP, según queda establecido en el contrato.

El club ya ha fijado los precios de las localidades para dicho encuentro. La entrada más barata ascenderá a 4.000 pesetas y la más cara a 9.000. Serán puestas a la venta a partir de mañana, día 1, desde las 17 horas hasta las 20 horas. Pero pese a que ayer todavía no habían sido puestas a la venta las entradas las oficinas del club tuvieron un movimiento inhabitual, ya que a muchos socios no les habían enviado todavía el recibo del mes de, enero, que el club exige para presenciar el derby pese `a que el del mes de diciembre no ha sido aún utilizado. Esta medida, entendida por muchos como una clara muestra de presión presidencial para que los socios acepten la subida del 65% de las cuotas ha causado malestar.

Juan Antonio Escobar, el presidente de la peña Chamberí, considera que esta medida de Gil va a volverse contra él, ya que "muchos de los que pensaban continuar como socios han decidido darse de baja por esta nueva golfada". Escobar afirma que en la parte posterior de los cupones se puede leer: "Aunque los cupones se encuentran insertos en un determinado mes, su validez puede corresponder a ese mismo mes o al inmediatamente posterior, en cuyo caso no se debe destruir el recibo hasta que todos sus cupones hayan sido caducados". El dirigente peñista recuerda que no sólo no se han caducado todos los cupones del mes de diciembre sino que no lo ha hecho ninguno.

En el apartado meramente deportivo el alemán Bern Schuster, que no acudió al entrenamiento del domingo, se incorporó ayer por la mañana al trabajo. Tanto Schuster como el portugués Pablo Futre, ausentes por enfermedad en el último encuentro liguero podrán jugar el derby. Donato en cambio, tampoco había regresado de Brasil ayer por la mañana. Se le esperaba para el entrenamiento vespertino, que al cierre de esta edición, no había comenzado.

Por otro lado, Sebastián Losada no quiso pronunciarse sobre la decisión del club de incorporar al delantero centro mexicano Luis García.