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La Liga Profesional, dispuesta a obligar a Gil a que el Atlético-Madrid sea televisado

La Liga Profesional está dispuesta a obligar al Atlético de Madrid a jugar frente al Real Madrid el sábado 4 de enero a las 20.00 horas, para que el partido pueda ser transmitido por las televisiones autonómicas, según declaró ayer Antonio Baró, presidente de la Liga. Jesús Gil necesita desesperadamente dinero fresco ante la grave situación económica del club, y de ahí que haya abierto un nuevo frente en un momento en el que está inhabilitado cautelarmente como presidente, a la espera de una dura sanción, y cuando se ve abocado, en el proceso de conversión del club en sociedad anónima, a renunciar a una deuda de 2.000 millones de pesetas que el Atlético tenía contraída con él.

Antonio Baró fue ayer parco en palabras, pero firme en su postura. Ante la amenaza de Gil de trasladar el Atlético-Madrid al domingo 5 de enero a las 17.00 horas, Baró dijo: "Haré lo que tenga que hacer, de acuerdo al contrato que la Liga tiene suscrito con televisión y de acuerdo a lo que contemplan los estatutos de la propia Liga respecto al tema". Eso quiere decir que el Atlético sería sancionado con una multa de unos 150 millones de pesetas, que se le restarían de los 275 anuales que recibe del contrato con las televisiones autonómicas, si finalmente mantiene su postura de negarse a que el partido sea televisado e incumple el compromiso de la Liga Profesional con las televisiones autonómicas.El problema de Gil es que necesita dinero en efectivo, y muy pronto, porque la situación económica del club es difícil. Gil prefiere que el partido no sea televisado porque así aumentaría la recaudación en taquilla. Ese dinero es el único que está a su alcance, porque los 275 millones de pesetas que debería recibir de los derechos de televisión están destinados íntegramente al Plan de Saneamiento, para cubrir las deudas que tiene contraídas el Atlético de Madrid con Hacienda y la Seguridad Social.

Gil ha reclamado que debe aumentarse el dinero que recibe el Atlético, para igualarlo con los más de 400 millones que cobran el Barcelona y el Real Madrid. Su argumento es que al Atlético se le transmiten tantos partidos como a los dos grandes. Fuentes de la Liga reconocieron que Gil puede tener razón en este argumento, pero que esa discusión marcha por otra vía, que aún no se ha cerrado, y en ningún caso es aceptable la postura de incumplir el contrato.

Antonio Baró no descartó que el Atlético pudiese ser excluido del Plan de Saneamiento si no cumple las normas de la Liga Profesional: "El Atlético cumplió la normativa exigida para entrar en el Plan de Saneamiento, pero de la misma forma que se entra en él, también se puede salir".

El peor momento

Jesús Gil está afrontando el peor momento desde que llegó a la presidencia del Atlético. La única noticia positiva para él es que el Atlético-Madrid se jugará finalmente en el estadio Calderón, tras ponerse en marcha la suspensión cautelar por 8 días de la sanción del cierre del estadio. Sólo una sentencia relámpago del Comité Español de Disciplina Deportiva podría evitar que el derby se jugase en el Calderón, y el propio presidente de este organismo, Rafael Mombiedro, se mostraba ayer muy cauteloso: "No creo que haya tiempo material. Hay que pedir informes al Comité de Competición y al de Apelación, y trasladarlos después al Atlético de Madrid y a Merino González [el árbitro agredido por un vaso de cerveza]. Y éstos disponen luego de cinco días para presentar alegaciones". Según Mombiedro, tanto el día 4 como el 5 entran dentro del plazo de la suspensión cautelar de la sanción.

Mientras, Gil parece dispuesto a perdonar los 2.000 millones de pesetas que, según mantuvo en la última asamblea del club [que así lo aprobó], le adeuda el club rojiblanco. Para Gil sería más costoso reconocer esa deuda, que incrementaría el patrimonio neto negativo del club a unos 4.000 millones de pesetas, que no hacerlo, y dejar ese patrimonio neto negativo en 2.100 millones de pesetas. Según el proceso de conversión de los clubes en sociedad anónima, el patrimonio neto negativo es la cantidad que deben asumir los accionistas para la conversión del club, trámite indispensable para que éste pueda seguir compitiendo en Primera división.

Por otro lado, el goleador mexicano Luis García, de 22 años, confirmó ayer que había firmado un preacuerdo con el Atlético, según la agencia Efe. García, que actúa en el Pumas de México, firmó una carta compromiso que establece la opción de compra de su carta de libertad antes del próximo 1 de marzo. Ese es el primer paso para el fichaje definitivo de Luis García por el club rojiblanco. El mexicano quiere fichar por cuatro años.

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