El CSD y la Federación Ciclista dudan de que Gorunov sea culpable del "caso Tarradellas"

"Estoy aterrorizado. Todo lo que se ha dicho sobre mí es mentira", afirmó Guenadi Gorunov, técnico del equipo olímpico de ciclismo, tras las quejas que familiares y compañeras de Consuelo Álvarez, la corredora que se suicidó el pasado lunes, han lanzado contra él. Además, el soviético juró por sus hijos que no inyectó testosterona a Josep Tarradellas, que dio positivo en el control antidoping del pasado Campeonato de España de aficionados. Tanto el Consejo Superior de Deportes (CSD) como la Federación Española dudan de la culpabilidad de Gorunov en este último caso.

Tanto Gorunov como Tarradellas fueron convocados por Rafael Cortés Elvira, el director general de Deportes, para que dieran su versión sobre el positivo del ciclista en el control antidoping del pasado Campeonato de España de aficionados. También estuvieron presentes en la reunión miembros de la Federación Española y de la Catalana, el equipo preolímpico masculino y Jesús Losa, el anterior responsable médico de éste.La cita, según Cortés Elvira, no sirvió para clarificar nada, por lo que se entrevistará individualmente con los afectados a partir de la próxima semana. "Gorunov dice que no le inyectó testosterona a Tarradellas y el corredor que no tomó nada por libre y que el único que le pinchó fue el técnico. Existen sombras sobre lo que pudo pasar", explicó Cortés Elvira.

El director general de Deportes, con todo, manifestó: "Se me hace muy difícil admitir que un técnico de la experiencia de Gorunov cometa una torpeza semejante y, además, con un solo ciclista. Ningún otro miembro del equipo tiene quejas. No pongo la mano en el fuego por nadie. Pero me extraña". Esta opinión la comparten miembros de la Federación.

"Juro por mis hijos que jamás fui capaz de inyectar nada en contra de mis corredores. Lo que más me duele es que me hayas señalado [dirigiéndose a Tarradellas]; te lo suplico: no mientas", afirmó Gorunov. "Sólo podías pincharnos tú", le contestó el corredor.

Antes de la reunión, Gorunov se defendió de las quejas lanzadas, tras el suicidio de Consuelo Álvarez, por algunas componentes del equipo preolímpico femenino contra su trato: "Estoy aterrorizado. Todo lo que se ha dicho es mentira. Nunca he oído reproches sobre mi comportamiento. Al revés, todas las ciclistas me aseguraron ante testigos que querían entrenarse conmigo. ¿Por qué me atacan? No lo entiendo. Estoy perplejo". El técnico, que dice que no la veía desde abril, afirmó que no olvida las últimas palabras que Cheli le dijo: "No mires si estoy casada. Si me entreno contigo, estaré fuera de casa las horas precisas".

Tanto José Luis Ibáñez Arana, el presidente de la Federación, y Juan Serra, el responsable del equipo olímpico, como Jesús Losa, médico de las ciclistas, aseguraron que el cuidado ofrecido a Consuelo Álvarez fue extraordinario. "Fue atendida por dos psiquiatras y una psicóloga y yo mismo intenté animarla para que superase los baches morales por los que atravesó", explicó Ibáñez, que negó la versión de los familiares que acusan a la Federación de haberla tratado mal. Serra reiteró que fue excluida del equipo después de que recibiera un informe médico y técnico que se reserva hacer público, pero que es muy gordo".

La Federación recibió ayer un informe del psiquiatra Fernando Astorqui que concluye: "(...) Su situación en la selección olímpica no puede ser una causa determinante directa del suicidio. Probablemente se hubiera producido tarde o temprano, incluso formando parte del equipo".