La inseguridad en el Metro provoca un duro enfrentamiento en la Asamblea
El debate sobre la inseguridad en la red del Metro de Madrid, que se desarrolló ayer en la sede de la Asamblea regional, se saldó con un duro enfrentamiento entre el portavoz del Partido Popular en la Comisión de Seguridad Ciudadana, Ismael Bardisa, y el presidente de la compañía, Guillermo Vázquez. Éste, que desmintió los datos aportados por el parlamentario, llamó al diputado popular "mendaz, ruin y sin escrúpulos". Bardisa, por su parte, acusó a Vázquez de defraudar a los madrileños con su mala gestión, y reclamó su "cese fulminante".
El presidente de la empresa pública de transporte compareció ayer ante la Cámara autónoma con la intención de desmentir las imputaciones del PP sobre el incremento de la inseguridad ciudadana en las instalaciones del Metro. Según sus datos, por cada millón de viajeros transportados cada mes se registra una media de 1,5 incidentes. Esto es, unas 45 denuncias por presuntos delitos, en relación con los 30 millones de pasajeros que mensualmente utilizan el metro. A juicio de Vázquez, estos índices representan un claro descenso en el número de delitos denunciados respecto a ejercicios anteriores.El presidente del Metro resaltó que el 50% de las incidencias relacionadas con la inseguridad se producen a las 22.30. Vázquez señaló que su compañía está invirtiendo 4.000 millones de pesetas en la reforma de 120 estaciones, lo que implica una importante mejora en las medidas de seguridad mediante la instalación de cámaras de televisión e interfonos públicos conectados con los responsables de cada estación de metro. Al mismo tiempo, señaló que el presupuesto de servicio de vigilantes jurados en la red del Metro representa un coste de 520 millones de pesetas al año, y que 70 agentes de los Cuerpos de Seguridad del Estado patrullan a diario por los pasillos y andenes del metro.
Sin embargo, el portavoz del PP en la Comisión de Seguridad, Ismael Bardisa, acusó a Vázquez de ocultar información al Parlamento regional y obstaculizar la labor de los diputados. Bardisa, que aseguró que la dirección del Metro se ha negado a remitirle copias de las denuncias por delitos ocurridos en las instalaciones del Metro, afirmó que en la actualidad varias bandas de delincuentes operan en las estaciones de Ibiza, Pavones y Tribunal.
Obras en un despacho
El parlamentario del PP también indicó que en la estación de República Argentina se han producido en lo que va de año seis violaciones. Finalmente criticó el gasto de 56 millones de pesetas para la reforma del despacho del presidente del Metro, mientras se están recortando los presupuestos de seguridad.Esta última imputación desencadenó una dura reacción por parte del presidente del Metro, quien ya ha comparecido en otras dos ocasiones ante la Asamblea para desmentir la existencia de obras en su despacho.
"Se trata de mentir, de injuriar, de causar daño a mi persona. Es una declaración mendaz y ruin de quien no tiene escrúpulos", replicó Vázquez, quien, por otra parte, agregó que en la estación de República Argentina no se han denunciado delitos de violación, sino que sólo constan cinco incidencias por presuntos abusos deshonestos. Vázquez también replicó que en 1990 desparecieron las bandas de rateros y atracadores del metro.
En una intervención posterior, Bardisa calificó de "demagogo" a Vázquez y reiteró su petición de dimisión inmediata y fulminante" del presidente del Metro, "por su nula capacidad de gestión". El diputado del PP anunció públicamente en la Asamblea que se reservaba el derecho a interponer las correspondientes acciones civiles y penales contra las manifestaciones del presidente del Metro.
Encuesta a los empleados
Al duro debate parlamentario de ayer se añadió una encuesta realizada por el sindicato USO a los trabajadores del Metro en la que se indica que un 65% de los encuestados ha sido objeto de agresión o delito en su puesto de trabajo. De este mismo porcentaje, un 75% dice haber recibido "amenazas o insultos", y un 35%, agresiones físicas. Según dicha encuesta, realizada entre 450 de los 2.803 trabajadores del Metro, el 90% de éstos cree que las nuevas teconologías implantadas en el suburbano no suponen una mayor tranquilidad. Un 85% de los trabajadores opina que los delincuentes actúan en el metro de "manera habitual".Un 90% de los consultados considera que la plantilla de vigilantes del metro es insuficiente. Un 15% de los empleados de la compañía asegura que éstos "no llegan nunca" cuando se les reclama, mientras que un 55% asegura que tardan media hora en llegar cuando son avisados. La mitad de los consultados subraya que no se denuncian correctamente las reclamaciones de los usuarios.
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