Los goles del Atlético frenan el fichaje de un delantero

Los cinco goles que marcó el Atlético de Madrid el pasado domingo ante el Valladolid frenan el debate iniciado días atrás sobre la necesidad de reforzar al equipo con un consumado reinatador extranjero. Resulta paradójico que el acierto rematador -es la novena vez que consigue alcanzar la cifra de cinco tantos en un partido en los nueve años que Luis Aragonés ha dirigido al equipo- surgiera justo cuando más lo precisaban los componentes del plantel rojiblanco para defender su calidad. Con todo, los partidarios del fichaje jusitifican los goles del domingo en la débil zaga del Valladolid.Luis Aragonés ya había descartado la semana pasada la incorporación del pretendido extranjero porque "no hace falta". Jesús Gil, el presidente, reforzó esta teoría tras el encuentro del domingo: "No va a venir nadie. Luis no quiere y le haremos caso". Mientras, Manolo, tras marcar tres de los cinco goles de su equipo, reivindicó la categoría de la actual plantilla: "Se ha demostrado que el Atlético no necesita goleadores".

Lo cierto es que la goleada del domingo no sólo tiene valor por llegar en el momento más oportuno para la plantilla, sino porque el Atlético de Luis nunca se caracterizó precisamente por endosar muchos tantos a sus rivales. Así, en las nueve campañas y media que estuvo anteriormente al frente del equipo, tan sólo había alcanzado nueve veces la cifra de cinco goles en un encuentro.

Un 5-2 ante el Valencia en la temporada 1974-1975; dos 5-1 ante la Real Sociedad y el Rácing de Santander respectivamente, en la 1976-1977; un 6-1 ante el propio Rácing y un 7-0 ante el Rayo vallecano, en la 1977-1978; un 5-2 ante el Celta, en la 1982-1983; un 5-0 ante el Valencia, en la 1985-1986; y un 5-1 ante la Real Sociedad, en la fase final de la 1986-1987 son los únicos encuentros en los que los aficiona dos del Atlético de Madrid pudieron saborear cinco goles de su equipo en el Vicente Calderón. El 5-1 del pasado domingo ante el Valladolid fue el décimo.

No obstante, los partidarios de la incorporación de un goleador extranjero mantienen su teoría. Consideran que la debilidad defensiva de los vallisoletanos y, sobre todo, la lamentable actuación de su guardameta colombiano René Higuita, justificaron el acierto rematador de su equipo. Pero Jesús Gil ha respetado hasta el momento la autoridad deportiva de Luis Aragonés. El técnico dijo que no hacían falta refuerzos y el presidente aseguró el domingo que le hará caso.