Las renovaciones enfrentan a Cruyff y Núñez

R. B. /J. M. S. Johan Cruyff, director técnico del F. C. Barcelona, volvió ayer a reclamar el poder que, según él, le niega la junta directiva, para acabar con los problemas que afloran en el club azulgrana. El técnico holandés, que en principio se había comprometido públicamente -siguiendo el consejo de su presidente Josep Lluís Núñez-, a guardar silencio en relación a sus reivindicaciones laborales -exige el cargo de manager- afirmó ayer: "La realidad dice que estamos a siete puntos del líder por culpa nuestra, y por tanto hay que poner las cosas en su sitio, y para ello se necesita hacer un analisis. Pero yo no tengo poder para cambiar lo que no funciona, yo sólo puedo avisar mientras no se cambie el organigrama o la organización del club".

"No es cuestión sólo de un detalle, sino de muchos detalles pequeños. Todo junto influye. Son mil temas", prosiguió el entrenador azulgrana cuando fue preguntado por los motivos de sus discrepancias". Y acabó: "Si no se soluciones, el Barcelona no tiene solución".

Uno de los temas que ha desatado las discrepancias entre el director técnico y la directiva azulgrana es la renovación de diferentes jugadores. Cruyff pretende negociar nuevamente los contratos de renovación de los miembros de la plantilla, y la junta no piensa acceder a todas sus peticiones, porque alguna de ellas está considerada fuera de lugar. Es el caso de la continuidad del portero suplente Angoy, para el que el técnico pide una cantidad cercana a los 20 millones de pesetas por temporada, según ha podido saber este diario. Angoy se encuentra en una dificil situación, puesto que es el novio de Chantal, hija de Cruyff. El portero ya estuvo meditando a principio de temporada aceptar alguna de las ofertas que tuvo, pero decidió permanecer en el club, pese a la presión que debe soportar por su condición.