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Las cuidadoras de ancianos boicotean otro acto del alcalde

Un centenar de asistentes domiciliarias abuchearon ayer al alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, cuando debía intervenir en la salida de la tercera etapa del Rally Protagonistas de Coches Antiguos, en Madrid. Ésta es la segunda ocasión, en el plazo de una semana, en la que las asistentes -que se encuentran en huelga desde hace un mes- boicotean un acto en el que intervenía Álvarez del Manzano. La anterior fue el jueves de la semana pasada, en el Jardín Botánico, en que increparon al alcalde porque, a su juicio, se ha desentendido del conflicto que ha dejado solos a cerca de 4.000 ancianos impedidos.Luis del Olmo, director del programa Protagonistas, que se emite en Onda Cero Radio, inició el acto con las siguientes palabras: "Queremos agradecer a todos estos amigos que nos acompañan su presencia aquí, y también al alcalde Álvarez del Manzano por prestarse a dar el banderazo de salida".

En el momento en que el alcalde iba a tomar la palabra, las asistentes domiciliarias, que hasta ese momento se habían confundido entre los curiosos reunidos en torno a los vehículos de época que tomaban parte en la prueba, irrumpieron con gritos contra él.

"Dónde están, no se ven, las promesas del PP", preguntaban a coro las mujeres, en un tono que hacía inaudible la intervención del primer edil. "Alcalde, Manzano, cuida a tus ancianos".

Discusión

Algunos de los presentes discutieron con las manifestantes, en parte porque querían escuchar a Álvarez del Manzano y en parte porque lamentaban que este suceso enturbiase la salida del rally.

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Tanto el alcalde como Luis del Olmo trataron de llegar desde la puerta del hotel, donde estaba instalado el micrófono, hasta la calzada, donde los coches esperaban el banderazo de salida.

Pero mientras Del Olmo repartía autógrafos a las admiradoras que lo acosaban, Álvarez del Manzano tuvo que forcejear con algunas de las asistentes que se abalanzaban sobre él, le agarraban de la chaqueta y le gritaban a la cara.

Tras el banderazo de rigor entre apretujones, el alcalde regresó, protegido por sus escoltas municipales, al interior del hotel, mientras los gritos de las asistentes seguían sonando.

Por espacio de una hora permanecieron las empleadas frente a las puertas del hotel, coreando consignas.

Fuentes municipales se quejaron ayer de que el Cuerpo Nacional de Policía y la Delegación del Gobierno no fueron diligentes para proteger a la máxima autoridad local.

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