_
_
_
_

El aumento de las quiebras revela el enfriamiento de la economía japonesa

Las bancarrotas de empresas japonesas en octubre se elevaron a 1.070 casos, lo que representa un aumento del 65,9% respecto al mismo mes de 1990 y el incremento más elevado en lo que va de año. Según un informe publicado ayer por el prestigioso centro de investigación privado Teikoku Data Bank, estas quiebras dejaron un pasivo de 6.037 millones de dólares (620.000 millones de pesetas al cambio actual). Por otra parte, el Banco de Japón anunció que el tipo de descuento desciende medio punto, del 5,5% al 5%.

[Este consorcio atribuyó el fuerte incremento de las bancarrotas a los efectos en la economía de la depreciación de las acciones y el suelo, así como a la restricción del crédito y la escasez de mano de obra, informa Efecom. Las bancarrotas afectaron a 92 empresas inmobiliarias (el 8,6% del total), mientras que las debidas a inversiones en bolsa fueron 26.]Pero el mercado de trabajo japonés es tan sólido que 48 de esas quiebras (el 4,5% del total) se han producido porque las compañías afectadas no han, podido encontrar suficiente número de trabajadores como para seguir trabajando. Una razón importante de la falta de mano de obra es la disminución del índice de natalidad durante dos largas décadas.

A todos estos factores los japoneses lo denominan recesión. Como muchas otras cosas, el concepto tiene aquí un significado diferente al que se le da en EEUU o en las economías occidentales. Una recesión a la norteamericana se traduce en desempleo y descenso del nivel de vida, mientras que en Japón significa que el crecimiento económico está disminuyendo su, velocidad a un nivel considerado normal en muchos otros países industriales.

Sin duda alguna, la economía japonesa sufre un proceso profundo de desaceleración, un fenómeno desde hace tiempo anunciado por los expertos corno resultado del importante aumento de los tipos de interés a finales de los años ochenta.

La vivienda empezó a caer del orden del 27% en septiembre, el descenso más agudo que se ha producido en cinco años. Las industrias automovilísticas y electrónicas, prestigio de este país, están sufriendo desacostumbrados golpes: por primera vez en su historia Toshiba Corp. Vendió en los nueve primeros meses del año muchos menos ordenadores que en el mismo período del año anterior, y las ventas de Toyota Motor Corp descendieron en octubre más de un 10%, su peor mes desde 1986.

Los economistas oficiales han empezado a aceptar la visión de algunos economistas privados que afirman que el crecimiento en el período julio-septiembre ha sido ligeramente negativo.

Tipos de interés

El nuevo Gobierno del primer ministro Kiichi Miyazawa pide una reducción de los tipos de interés, como muchos industriales; y se espera que el Banco de Japón, que redujo su tradicional tasa de descuento al 5,5% en julio, vuelva a reducirlo en breve.

Todo esto lleva a una economía, según la opinión general de economistas y empresarios, en la que se está produciendo una disminución de sus extraordinarios niveles de crecimiento, lo que no significa que se esté derrumbando.

"Cuando se ha estado conduciendo a 120 kilómetros por hora, si se reduce a 70 parece que vamos a poquísima velocidad," afirma Makato Yoshie, director ejecutivo en Mitsui Taiyo Kobe Bank.

Incluso expertos tan pesimistas como los de Salomon Brothers (Asia), no ven un serio peligro. "Japón ha tenido un promedio de crecimiento superior al 5% en los últimos cuatro años," afirma Robert Feldman, uno de los economistas de la empresa Tokyo. "Y si desciende, por ejemplo, al 3% este año, ¿es tan negativo?".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_