Vuelta a las andadas

La reacción técnica del pasado viernes obligaba debido a su escaso contenido práctico, a iniciar la semana con una distribución apresurada de papel. Muy pronto el mercado pudo comprobar que el dinero sólo entraba a precios bajos, es decir, aquellos en los que no importa aumentar en forma insignificante la posición de control sobre una sociedad. Los inversores particulares quedaban así fuera del planteamiento de esta jornada que fue languideciendo poco a poco hasta retomar la tendencia a la baja. Una vez más hay que preguntarse por los factores que definen la corriente de opinión entre los inversores y no queda más remedio que remitirse al entorno económico, con noticias en general poco optimistas.En contraste con ese ambiente están las previsiones sobre el IPC de octubre, que pueden provocar un descenso en la tasa de inflación interanual. La Bolsa, ayer, pasó olímpicamente de esa posible mejora del IPC y puso otra vez al índice en la cuerda floja. No obstante, la baja de 1,72 puntos que registraba el indicador cinco minutos antes del cierre quedó en sólo 85 centésimas en esos minutos finales que tanto valor tienen para los cuidadores de los valores. El volumen negociado, por encima de los 11.000 millones de pesetas, concentró el 30% en sólo dos valores, Telefónica e Iberdrola I.