Dependencia externa
La sesión de apertura de esta semana ha tenido todos los defectos posibles, entre ellos la ausencia de ideas propias en las que apoyar cualquier alternativa. El menudeo semanal provocó una subida nada más comenzar la sesión que muy pronto se quedó en el aire al concluir la actividad del corto plazo. De un avance de casi 80 centésimas se pasó a solo 25, cuando los compradores consideraron suficiente el papel adquirido, lo que dio paso a una tensa espera que tenía como final la apertura de Wall Street. Esta vez las cosas fueron medianamente bien en aquel mercado y la Bolsa española pudo disfrutar del inicio de este ciclo sin prejuicios de ningún tipo. El único problema que existe en esta situación es que la excesiva dependencia de otros mercados impide tomar decisiones en tanto no se tienen datos de lo que allí está sucediendo, es decir, que siempre se estará llegando cuando los demás están de vuelta.La tranquilidad que llevó al mercado la reacción alcista de la Bolsa norteamericana elevó el volumen negociado, aunque hubo alguna aplicación institucional como elemento de apoyo. El final de la sesión resultó un tanto imprevisto, aunque todo adquiere cierta lógica si se piensa que esta vez se anticipó la mejora del cierre en unos cuantos minutos. El índice subió 1,94 puntos.