Carrillo define al PSOE como la "casa común grande" y a IU como "chiringuito"

Santiago Carrillo puso ayer término a su historial de 54 años de dirigente comunista al clausurar el congreso de autodisolución del Partido de los Trabajadores de España (PTE), que irá unido al inmediato ingreso de sus militantes en el PSOE. Carrillo defendió que es "preferible entrar en la 'casa común' grande que quedar aislados en un chiringuito pequeño", en alusión a Izquierda Unida.

El ex secretario general del PCE compartió así las críticas del secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, a Izquierda Unida por hostigar al Gobierno socialista más que a la derecha y por engrandecer artifícialmente las diferencias para justificar el mantenimiento del PCE. Anticipándose a quienes puedan criticar su viraje, Carrillo argumentó,que el PTE habría podido escoger otro camino si hubiera en España "un PCE serio. Pero no lo hay. Lo que están discutiendo ahora es si lo entierran o si lo embalsaman", sentenció.

En vísperas de que sus compañeros ingresen en el PSOE -Carrillo no entrará, explicó, para que ese partido "no arrastre la rémora" de su relevancia -en el movimiento comunistael ya ex dirigente coincidió con Benegas en que los Presupuestos Generales del Estado para 1992 son "los más sociales" que ha hecho este Gobierno.

A pesar de ello, no desaprovechó la ocasión para desmarcarse de la política seguida en Asturias y frente a los planteamientos ideológicos de Carlos Solchaga. "Cualquier Gobierno, incluso los más avanzados, por los condicionantes del poder y los. compromisos internacionales", comentó con ironía, "puede en algunos momentos no tocar el pulso social con suficiente sensibilidad". De ahí que el PSOE deba, en su opinión, "ayudar al Gobierno a sensibilizarse" ante algunos problemas sociales.