En el desierto
El pasado mes de agosto nos tuvieron retenidos en un tren regional de la línea Valencia-Teruel, en la estación de Encina corba, 189 minutos sin darnos ninguna explicación. En aquel desierto no había servicios, ni agua, como en la mayoría de las paradas de este trayecto. El revisor nos indicó el camino que iba al pueblo, y después de recorrer cerca de 700 metros bajo un sol tórrido, nos encontramos con la sorpresa de que estaba seca la fuente del pueblo. Dimos con el casino, y nos pudimos tomar una cara cerveza fresca. Cuando volvimos al tren teníamos más sed que al principio. Hicimos varias reclamaciones, unos colectivas, y otros las hicieron individuales, exigiendo que se nos indemnizara. Al cabo de cierto tiempo han ido llamando a unos y otros a la oficina de atención al cliente de la estación de El Portillo, de Zaragoza, y ofrecen, como si nos dieran el oro y el moro, el 25% del billete, 130 pesetas, 300, cantidades irrisorias, que cobraremos en cierto día y cierto lugar, pues, según el empleado de Renfe, así lo dicen los reglamentos. ¿Puede haber leyes que, después de tenernos tres horas en un desierto sin serviciosPasa a la página siguiente Viene de la página anterior
ni agua, nos molesten en nuestro domicilio para hacernos pasar por la estación de El Portillo y nos indemnicen con 30 duros?.
