Prejuicios

¿Qué es un prejuicio? El diccionario de la lengua nos lo define como la acción y efecto de prejuzgar, y prejuzgar es juzgar de las cosas o de las causas antes del tiempo oportuno o sin tener de ellos cabal conocimiento, es decir, formar o emitir un juicio habiendo oído, leído o estudiado solamente a una de las partes y por lo tanto sin tener en cuenta o consideración las otras. En síntesis: hacer un juicio sin total conocimiento de causa.En función de este razonamiento, muy pocos de nosotros nos libramos de tener, o haber tenido, alguno o muchos prejuicios, y sobre todo si son sociales. Un Estado o una sociedad cuyos individuos tengan muchos prejuicios sociales, ni es, ni puede ser, una sociedad democrática, por mucho que lo refleje una carta magna como puede ser nuestra Constitución y por mucho que estos individuos proclamen que el mejor sistema de gobierno es la democracia.

Los prejuicios, y sobre todo si son sociales, alteran la convivencia, interrumpen el. diálogo con cualquier interlocutor que no esté de acuerdo con ellos, obstaculizan el entendimiento y la transigencia, frenan la cultura, porque solamente quieren oír que les regalen el oído en su ideología (social, económica o religiosa) y se creen en posesión de la verdad absoluta. Sin darse cuenta son dictadores, por mucho que proclamen lo contrario.

La ausencia de prejuicios nos obliga (por lo menos moralmente) a leer, escuchar y meditar lo que no nos gusta. Me he tropezado con muchos interlocutores que han roto el diálogo conmigo bruscamente diciéndome: de esa ideología (política o religiosa) no me hables absolutamente nada; y se da la circunstancia que además despotrican y son violentos en sus expresiones. Son anti de esa idea que no saben nada, ni quieren saberlo, es decir, les interesa una ignorancia supina para no tener que pensar. Si la conocieran a fondo quizá cambiarían de opinión.

Para cristalizar esto, hago una redundancia intencionada con un ejemplo: un servidor no es budista, pero tampoco soy, ni tendría derecho moralmente a ser, antibudista (que no es lo mismo) porque no conozco esta religión. Para ser anti de una idea (ya sea religiosa o política) es obligatoriamente necesario conocerla a fondo, de lo contrario se es víctima de un enorme prejuicio.-