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La mitad de los suicidas españoles son mayores de 60 años, según la última estadística oficial

El pasado mes de agosto, y coincidiendo con una fuerte ola de calor, Vitoria se despertó un día con la noticia de que cuatro ancianas se habían quitado la vida en la ciudad. Suicidas y mayores de 60. años. Ése es el nuevo' perfil de una decisión que cada día adoptan más ancianos en una sociedad poco preparada para atender sus demandas. Protagonizaron aproximadamente la mitad de los 1.885 suicidios -cinco por cada 100.000 habitantes- que se registraron en España en 1989, fecha de las últimas estadísticas oficiales, aunque los expertos creen que las cifras reales se acercan al doble.

Cuando Juan Carlos, un policía municipal de 25 años, llegó al parque madrileño de la Fuente del Berro, Ricardo ya había sido descolgado del árbol por dos jardineros, pero todavía llevaba enrollado a su cuello en cinco vueltas el cable acerado con el que intentaba suicidarse. "A mí lo que me llamó la atención fue el tipo de cable. No se encuentra por la calle en un momento de depresión. Para mí que fue a comprarlo a la ferretería porque sabía muy bien lo que quería hacer", opina el policía. Ricardo -"un chavalote guapo y agradable", le describe el municipal- no lo consiguió. Después, en el hospital, intentaban sacarlelas razones, "pero no articulaba palabra; era como una pared y como sumido en una profunda desesperación".El informe Estadística del suicidio en España referido a 1989 revela que la mayor parte de los suicidas españoles mueren por asfixia, generalmente por estrangulamiento. El segundo método más utilizado es precipitarse desde una altura, seguido de las armas de fuego. Fueron en total 1.885 españoles, de ellos 506 mujeres, los que se quitaron la vida en. 1989. Unos 200 más protagonizaron suicidios frustrados. El número de casos va en aumento, según refleja la citada encuesta, pasando de una tasa de 3,57 por cada 100.000 habitantes en 1976 a la de 4,90 en 1989.

Más casos en la realidad

Por provincias, el mayor número de suicidios, según el informe, se produce en Asturias y Huesca, con tasas de 12,9 por cada 100.000 habitantes, y en Soria, 12,3 suicidios por cada 100.000 habitantes. La comunidad asturiana presenta una media anual de 140 casos entre tentativas y suicidios consumados.

Este estudio, realizado por el Instituto Nacional de Estadística, se elabora con datos ofrecidos por los juzgados de instrucción. Como no todos los intentos de suicidio dan lugar a un procedimiento judicial, el número real de casos podría ser mucho mayor del reflejado, hasta el doble, según señala la doctora Blanca Sarro, representante de la Sociedad Internacional de, Prevención del Suicidio. Los trabajos de campo que ella conoce hablan de una tasa de 8 a 11 suicidios en España por cada 1.00.000 habitantes.

Blanca Sarró no cree en aumentos considerables, sino en la mayor fiabilidad de las estadísticas. "Sí se puede decir que en los últimos 10 años los casos de suicidio han aumentado entre las personas de más edad por distintos factores físicos, psicológicos y sociales. Ahora viven más años y la sociedad no está preparada para atender sus demandas", puntualiza Los suicidas en España son mayoritariamente jubilados. La curva peligrosa se inicia en los 60 años y termina un buen día precipitándose al vacío o colgándose hasta morir por asfixia.

A diferencia de los adolescentes, más impulsivos en su decisión, Blanca Sarró explica que cuando los ancianos piensan en el suicidio "hacen un balance de toda su vida y utilizan medios más efectivos y violentos., que dejan pocas posibilidades de fallo". Para prevenirlo, "hay que dialogar abiertamente y sin tabúes sobre las razones de sus instintos de muerte", explica la doctora, recordando la necesidad de comunicación de las personas mayores.

El detonante final para estas personas es difícil de concretar, pero el panorama que describe el psiquiatra Antonio Colodrón es el siguiente: "Un conjunto de situaciones que debilitan los lazos de los ancianos con la- sociedad. Entre ellas, la pérdida del cónyuge, soledad, padecimienos físicos, estrecheces económicas, cambios de residencia o dificultades para convivir en familia". El rosario de problemas hace que los ancianos protagonicen el mayor porcentaje de suicidios consumados, si bien, en tentativas, son las mujeres alrededor de los 25 años, y los varones, a los 33.

En términos generales, el instinto suicida, situado a nivel inconsciente por los psicoanalistas, se ve favorecido en algunas enfermedades mentales, problemas de alcoholismo, drogadicción y depresiones endógenas, aunque también se da en personas perfectamente lúcidas, de sólida cultura o portadores de ideologías. "El acto suicida es más fácil en grupos considerados intelectualmente de élite", concluye Colodrón.

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