Raúl Morodo y Rosa Posada pedirán hoy apoyo para encabezar el relanzamiento del CDS

Raúl Morodo, candidato propuesto por Adolfo Suárez para la presidencia del CDS, no consiguió ayer alcanzar el consenso en la primera jornada del congreso extraordinario del partido y competirá con Rafael Calvo Ortega por el puesto. Morodo logró, tras múltiples negociaciones, que Rosa Posada aceptara la candidatura a la secretaría general, con el apoyo del sector oficialista y en sustitución de José Ramón Caso. Las plataformas Renovadora y Territorial no habían dado su visto bueno anoche a esta candidatura. Pero la sorpresa la ofreció un ahogado de Murcia, José Muelas, de 30 años, quien logró derrotar, con una enmienda a la totalidad, el documento político de la dirección del CDS, resultado de las reflexiones de políticos experimentados.

Tras los intentos de integración llevados ayer a cabo por el eurodiputado Raúl Morodo, hoy pugnarán por la presidencia y la secretaría general del CDS dos candidaturas: la encabezada por Rafael Calvo Ortega y Rafael Arias Salgado, y la presidida por Morodo, con Rosa Posada -presidenta del congreso centrista y ex presidenta de la Asamblea de Madrid- como aspirante a la secretaría general.A lo largo de la tarde y mientras en la sala de plenos los compromisarios asistían a la discusión del modelo organizativo del partido, el eurodiputado Morodo llevaba a cabo una frenética actividad negociadora para encontrar un candidato de consenso a la secretaría general. Las consultas dieron como resultado un consenso del sector oficialista en tomo a Rosa Posada para que sustituya a José Ramón Caso en las tareas de máxima responsabilidad ejecutiva del partido. Durante gran parte de la madrugada continuaron las conversaciones con los miembros de la Plataforma Renovadora y de la denominada Plataforma Territorial, estos últimos muy reticentes a pactar con el aparato.

La negociación dirigida por Raúl Morodo, había llevado al secretario general saliente, José Ramón Caso, a anunciar en su discurso de inauguración del congreso que él no iba a ser obstáculo, por apego al cargo, para facilitar la fomación de un equipo dirigente lo más representativo posible. Por su parte, el portavoz de la denominada Plataforma Renovadora, Antoni Fernández Teixidó, indicó que él tampoco mantenía inamovible su aspiración a la secretaría general si con esa renuncia facilitaba una verdadera renovación del partido. Teixidó indicó incluso, a primeras horas de la madrugada da hoy que quizá renunciaría a todo cargo dirigente y se quedaría como militante de base del partido.Por el contrario, tanto Rafael Calvo Ortega como Rafael Arias Salgado mantuvieron, hasta primeras horas de la madrugada de hoy, su candidatura a la presidencia y a la secretaría general, respectivamente, con el argumento de que lo contrario "sería un fraude" para quienes les han apoyado hasta ahora y porque parecería que carecen de firmeza para defender sus ideas.Acatamiento

No obstante, ayer reiteraron que si son derrotados acatarán la autoridad del nuevo equipo dirigente y además renunciaron a formar una corriente de opinión dentro del partido y a presentar batalla en los próximos congresos regionales del CDS. Calvo Ortega aseguró no haber sentido desaliento por el apoyo explícito de Suárez a Morodo e incluso ratificó su amistad por el fundador del CDS.

El irrefrenable deseo de la militancia de expresar su rechazo al funcionamiento del partido en los últimos años y en la reciente etapa precongresual quedó patente nada más comenzar el congreso.

El primer texto alternativo a la ponencia política oficial, elaborada por el comité nacional, derrotó con holgura y por sorpresa a un documento que había sido discutido durante cuatro meses y aprobado por la gran mayoría de los dirigentes del partido. Con una intervención más emotiva que doctrinal, un compromisario murciano, de 30 años y ajeno a todos los grupos internos organizados, concitó el apoyo mayoritario ante la perplejidad de ex ministros y parlamentarios, autores de una laboriosa reflexión sobre estrategia política. La propuesta de José Muelas fue aprobada con 247 votos a favor, 183 en contra y 102 abstenciones.

El documento aprobado no cambia sustancialmente la estrategia propuesta por el equipo dirigente saliente, si bien su redacción abunda en expresiones genéricas y de buena voluntad para el "relanzamiento" (lema del congreso) del CDS más que en matices y sutilezas. El inesperado éxito del compromisario murciano abortó un debate en el que estaba prevista la participación de los pesos pesados del partido.