El peligro de extinción del CDS fuerza a Suárez a apostar públicamente por Morodo como presidente
Adolfo Suárez rompió ayer su silencio sobre la grave crisis de su partido, a sólo 24 horas del comienzo, hoy, del congreso extraordinario. Suárez expresó públicamente su pleno apoyo al eurodiputado centrista Raúl Morodo para que sea el nuevo presidente del Centro Democrático y Social al frente de un equipo en el que probablemente figurará José Ramón Caso como candidato a la reelección para secretario general. Este pronunciamiento supone inclinarse por el sector que parece mayoritario y frente al encabezado por Rafael Calvo Ortega y Rafael Arias Salgado.
Raúl Morodo declaró ayer que no descarta la fórmula de una secretaría general colegiada para conseguir la integración de José Ramón Caso y Antonio Fernández Teixidó en este órgano. Morodo apuesta por una integración lo más amplia posible y una renovación a fondo, aunque advirtió que si Calvo Ortega y Arias Salgado mantienen sus candidaturas a presidente y secretario general, de forma unilateral, "iremos a un confrontación", dijo.Éstos decidieron ayer mantener su candidatura, por lo que al menos dos equipos diferentes pugnarán por la presidencia del CDS en el congreso que esta debilitada organización política realizará hoy mañana en Madrid.
Las discrepancias sobre los cambios en la dirección y en el funcionamiento del partido permanecieron ayer prácticamente inalterables. Calvo Ortega y Arias Salgado, candidatos a la presidencia y a la secretaría general del CDS, respectivamente, declinaron acudir a una reunión de todos los contendientes en el debate, como había propuesto Raúl Morodo, por considerar que a sólo 12 horas del inicio de un congreso no se pueden solventar diferencias que no se han siquiera limado en el transcurso de cuatro meses. Más cauto ante la evolución de los acontecimientos, el portavoz de la denominada plataforma renovadora, Antoni Fernández Teixidó, expresó ayer su apoyo a Morodo para que acceda a la presidencia del CDS si bien mantuvo su propia candidatura para la secretaría general.
Teixidó vio ayer cómo perdía una parte del apoyo con que contaba al decantarse el CDS de Asturias y algunos compromisarios de la federación de Madrid a favor del equipo dirigente para el CDS propuesto por Rafael Calvo Ortega. Este aseguró ayer por su parte que sea cual fuere el resultado del congreso de este fin ,de semana tanto él como Arias Salgado continuarán en el partido, e incluso aceptarán formar parte de sus órganos de dirección en representación de una minoría.
No habrá tendencias
Calvo Ortega anunció que todos los integrantes de su candidatura suscribirán el compromiso de que, si son derrotados, no constituirán una corriente interna en el partido, no presentarán pugnas electorales en los congresos regionales y provinciales, y asumirán una colaboración "leal y sincera" con la dirección que resulte elegida en la votación de mañana.
De este modo, queda en parte conjurada la amenaza de una ruptura del CDS, si bien persisten importantes incógnitas sobre la cohesión y gobernabilidad del partido al día siguiente de terminado el congreso. Ayer mismo, una veintena de cargos públicos del CDS de Alicante anunció su inmediata integración en el Partido Popular, lo que supone un indicio de otros trasvases que los populares pueden tener preparados para las próximas semanas. Y en lo que concierne a la gobernabilidad del partido en estos momentos no está todavía claro, puesto que depende de las deliberaciones congresuales y votaciones de hoy mismo si el equipo dirigente será elegido por un lado y el presidente nacional por otro -lo que entraña riesgos de contradicciones entre ellos- o si formarán una única candidatura, como propone Calvo Ortega.
Según el aparato del partido, el riesgo de que el futuro presidente y el comité ejecutivo pertenezcan a sectores enfrentados es mínimo ya que las mayorías no variarán, previsiblemente, de una a otra votación.
Suárez dio ayer un importante impulso electoral a la candidatura de su amigo Raúl Morodo al avalar expresamente las gestiones de éste para formar una dirección lo más cohesionada y representativa posible en el CDS. En una declaración pública el ex presidente del CDS manifestó textualmente: "Ante el próximo congreso extraordinario del Centro Democrático y Social, respetando a todos los compañeros que integran otras candidaturas, creo que debo manifestar mi opinión como militante y declarar mi apoyo a la candidatura que encabeza como presidente Raúl Morodo. Desearía que los esfuerzos de integración que viene desarrollando puedan conducir a un acuerdo lo más amplio posible, base necesaria para el eficaz relanzamiento del partido".
Amparado en que no es compromisario y en el deseo de que el CDS pueda demostrar que subsiste aun sin su presencia, Suárez no acudirá hoy a los debates congresuales, pero en cambio sí asistirá mañana a la clausura si el desenlace se ajusta a lo que él considera necesario. El congreso debatirá sobre la estrategia del partido y sobre cambios en la organización interna.
Una situación de emergencia
Todos los dirigentes del CDS coinciden en constatar que su partido se encuentra en "una situación de emergencia", por utilizar una expresión empleada ayer mismo por el candidato a presidente Rafael Calvo Ortega. Desde los denominados oficialistas hasta los integrantes de la Plataforma Renovadora pasando por los seguidores de Rafael Arias Salgado coinciden en reconocer la trayectoria zigzagueante del partido y motivada por los pactos sucesivos con el Partido Popular y el PSOE.Unos y otros, aunque con diferentes matices, señalan la necesidad de subrayar las señas de identidad del CDS y su independencia como condición indispensable para recuperar credibilidad y respaldo electoral.
Los comicios municipales y autonómicos de mayo mostraron hasta qué punto la opinión pública había dejado de percibir al CDS como un partido independiente, tras haberse asociado primero a los conservadores para presentar mociones de censura en importantes ayuntamientos contra alcaldes socialistas y adoptando después una actitud de colaboración parlamentaria con el Gobierno de la nación.
El documento de estrategia que será debatido hoy en el congreso extraordinario centrista propone una oposición radical que, sin incurrir en demagogias, subraye las propuestas "liberales y progresistas" del CDS ante los proyectos legislativos gubernamentales y la gestión del Gabinete de Felipe González.
En cuanto a los cambios en el funcionamiento del partido, la propuesta mayoritaria descentraliza las amplias competencias antes concentradas en la presidencia del partido con el propósito de que el nuevo presidente desempeñe una labor de conciliación y de representación institucional, mientras que el secretario general asumiría un mayor protagonismo parlamentario, en caso de que este diseño sea aprobado sin modificaciones.
En todo caso, Suárez abandonará la presidencia del Grupo Parlamentario Centrista en el Congreso si bien permanecerá como diputado, al menos por el momento.
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