Un gol al alcoholismo
'Torpedo' Müller ingresa en una clínica para una cura de desintoxicación
Los aficionados alemanes solían maravillarse con la eficacia goleadora de Torpedo Müller en los años 70. Ahora sienten pena por él. Acaban de saber que el que fuera prolífico goleador acaba de ingresar en una clínica para intentar superar sus problemas con el alcohol, que amenazan con arruinar su vida. Müller, que era capaz de beber cinco litros de vino al día, tiene ahora 45 años, está sin trabajo, sus negocios fracasaron y su mujer solicita el divorcio. Toda Alemania espera que de buen resultado una cura intensiva de diez semanas en una clínica.
"Voy a hacer lo que hay que hacer. Y ya veremos. No se nada más", declaró Müller.Müller fue una de las estrellas que personificaban una de las mejores generaciones del fútbol alemán. Sus colegas siguen siendo actualmente hombres socialmente reconocidos, y además millonarios. Pero Müller, no. Müller dejó el fútbol, tanto en la selección como en el Bayern de Múnich, por decisiones precipitadas, e invirtió gran parte de sus ahorros en una tienda de deportes en Múnich y un restaurante en Florida, negocios ambos que fracasaron.
Sus récords deportivos no han sido superados en el fútbol alemán, razón por la que todavía sigue siendo considerado por el aficionado como un verdadero mito. Marcó 68 goles en 62 partidos con la selección, fue máximo goleador en el Mundial de México de 1970 con 10 goles, y transformó 365 goles en sus 427 partidos en la Liga alemana con el Bayern Múnich. Suyo fue el gol que dio el título mundial a la selección alemana en el Mundial de 1974 Müller había pasado a la historia como una eficaz máquina goleadora.
Portada de la Prensa
Su caso se ha convertido, de golpe, en portada de toda la prensa alemana y ha provoca do la cariñosa reacción de todos aquellos que fueron sus compañeros en los días gloriosos, desde el kaiser Franz Beckenbauer, pasando por Uli Hoeness, ahora mánager del Bayern Múnich, hasta Berti Vogts, actual seleccionador alemán, y el propio Uwe Seeler, éste último de una generación anterior. Todos le han prometido ayuda e incluso trabajo. Todos están pendientes de que sea un éxito su cura de desintoxicación.
La caída de Müller tiene mucho que ver con un par de decisiones precipitadas. Abandonó voluntariamente la selección después del éxito del Mundial de 1974, hecho que ahora reconoce como un gran error. Luego, en 1979, dejó el Bayern de una forma mucho más radical, simplemente porque había sido sustituido por vez primera en un partido. Decidió, entonces, probar la experiencia americana en el Fort Lauderdale, donde jugó durante tres años para retirarse definitivamente y abrir un restaurante. Toda su actividad pública se limitó a jugar partidos benéficos.
Müller parece ahora la antítesis de aquella generación, con su imagen un tanto demacrada y su barba canosa. "Si pudiese recuperar el tiempo no dejaría de hacer lo que hice en el fútbol aunque sabiendo lo que me ha sucedido ahora, sí que no habría decicado mi tiempo a abrir un restaurante o una tienda de deportes", señaló el jugador. "Fue demasiado aburrido para mí no hacer nada durante todo el día, encontrarme sin trabajo". Ese fue el camino que llevó a Müller al alcohol. Su mujer ha solicitado el divorcio y menciona que se trata de un problema muy grave, hasta el punto de haber destruido su vida familiar.
Solidaridad
Su caso ha despertado la solidaridad de sus ex compañeros, cuyo ejemplo ha merecido la atención de la prensa alemana. "Uli Hoeness es el número uno", reconoció el propio Müller en una entrevista. "Incluso se ofreció para acompañarme a la clínica. Luego, Beckenbauer: he residido en su casa de Kitzbuehel (Austria) y en la casa de su madre en Múnich. Quiere ayudarme en todo. Berti Vogts me ha telefoneado también, como Uwe Seeler, que me ha dicho que me ayudará en todo lo que necesite".
Müller desea recuperarse para volver al fútbol, bien sea para trabajar con la federación o en el Bayern de Múnich, su antiguo club, posiblemente en labores de ojeador o como entrenador de juveniles. "Vogts me dijo que podía encontrarme un trabajo en la federación con los jóvenes. Quizás sea posible como entrenador de los delanteros. No creo que sea un mal entrenador".
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