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Jordi García Candau pide en el Parlamento 47.000 millones de pesetas para RTVE

El director general de Radiotelevisión Española (RTVE), Jordi García Candau, pidió ayer "comprensión y ayuda" a los grupos parlamentarios para hacer frente a la grave situación financiera que atraviesa el Ente. La ayuda la cifró en 47.000 millones para el próximo ejercicio, que deberán ser aprobados en los próximos Presupuestos Generales del Estado. García Candau, que presentó ante la comisión de control del Congreso un plan de viabilidad, recibió la comprensión de la mayoría de los grupos que, sin embargo, le indicaron que a quien tenía que convencer era a Carlos Solchaga.

Antes de entrar en el plan de viabilidad, García Candau presentó las cifras globales de la crisis de RTVE. Así, los ingresos han pasado de 180.000 millones ingresados en 1989 a 168.000 millones en 1990. Las previsiones más optimistas cifran en 128.000 millones los ingresos de 1991. A la caída de los ingresos se suma el crecimiento de los gastos. Los de personal, por ejemplo, pasaron de 49.018 millones en 1988 a 69.630 millones en 1991.Con la creación de Retevisión, los gastos de la red de transmisión han pasado de 9.500 millones de pesetas a 15.000 millones, y el pago de los derechos de autor a la Sociedad General de Autores, como consecuencia de una sentencia judicial, de 265 millones a 4.695 millones.

El aumento de los gastos y la disminución de los ingresos, explicó Candau, ha sido el resultado, entre otras cosas, del fin del monopolio. "Una crisis anunciada", señaló, que no sólo ha puesto en pérdidas a RTVE, sino que ha devorado los recursos excedentes de losaños anteriores.

Crisis acelerada

La crisis ha sufrido tal aceleración en los últimos meses, que en abril se calculó que se cerraría el año con un saldo negativo de 56.000 millones de pesetas. "Ante la gravedad de esta situación, se iniciaron inmediatamente medidas de choque cuyas acciones permiten pronosticar un saldo final negativo de tesorería de 34.000 millones" para el presente año.

Para financiar este déficit de caja, RTVE solicitó un crédito de 20.000 millones en el Banco Exterior de España y pidió el aval del Gobierno. Aunque éste no ha llegado, García Candau aseguró ayer que "se recurrirá a financiación ajena".

El plan de viabilidad, cuyo objetivo es alcanzar un equilibrio económico en 1993, descansa en dos pilares: el primero, la subvención, bajo la fórmula de contrato de Estado, por un importe de 47.000 millones de pesetas; para el próximo ejercicio y que se iría reduciendo en los siguientes años.

Entre las actividades de estricto servicio público que deberían ser cubiertas por contratos con el Estado, García Candau enumeró las siguientes: Radio Nacional de España, que no tiene ingresos por publicidad -"y no deseo que los tenga", agregó-, Radio Exterior de España, la Orquesta y Coro de RTVE, TVE Internacional, los programas de colaboración con el Ministerio de Asuntos Exteriores, la obligaciones de los acuerdos Iglesia-Estado, el Instituto Oficial de RTVE, las campañas electorales y otros acontecimientos de carácter institucional. La cobertura de estas actividades le costó al Ente Público en 1990 un total de 56.000 millones de pesetas.

"Nadie puede pretender que el rey Juan Carlos hable desde Guadalajara (México) para toda América con cargo sólo a Coca-Cola y El Corte Inglés", señaló.

El segundo pilar es la mejora de la rentabilidad de las empresas del grupo de RTVE, basado en el desarrollo de un nuevo sistema de financiación, mayor esfuerzo comercial, reducción del personal y mejora de la gestión de producción.

El tema de personal fue el que mayor atención suscitó entre los grupos, y todos ellos dijeron mostrarse muy preocupados por el futuro de los trabajadores. García Candau señaló que se ha llegado a un "preacuerdo con los sindicatos" que significa "una reducción de 1.200 efectivos entre 1992 y 1994". "En el caso que el acuerdo se amplíe hasta 1995, la reducción alcanzaría a 1.400 efectivos", añadió. Las negociaciones con los sindicatos se centran en la jubilación anticipada, Voluntaria a los 60 años, forzosa a los 63. Ello permitiría que los trabajadores contratados consigan la condición de fijos. Si no existe acuerdo con los sindicatos, García Candau señaló que se procedería a proponer bajas incentivadas con amortización del puesto de trabajo.

Todos los grupos parlamentarios salvo el PP se mostraron comprensivos con la exposición de García Candau, e indicaron que apoyarían su petición de subvención en el debate de Presupuestos. García Candau se mostró agradecido por este apoyo y agradeció incluso el apoyo del PSOE.

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