Telefónica deja de asegurar un dividendo fijo de 55 pesetas

El presidente de la compañía Telefónica de España, Cándido Velázquez, puso fin ayer, según sus propias palabras, a una etapa histórica de la empresa tras anunciar que dejará de repartir un dividendo bruto de 55 pesetas por acción, como ha sido tradicional. Telefónica tiene en marcha un proyecto de inversiones en el que se compromete a que España alcance una densidad de 41 líneas por cada 100 habitantes frente a las 34 actuales.

Telefónica trata de hacer partícipe al accionista -tiene cerca de medio millón- de la marcha de la empresa en un momento en que termina el monopolio y comienza a ser efectiva la liberalización.Velázquez informó de sus intenciones en una reunión de analistas financieros (inicio de una gira que continuará, por orden cronológico, en Londres, Francfort, París, Tokio y Nueva York, ciudad en la que culminará el 3 de octubre) que celebró ayer en Madrid. Telefónica tuvo ayer una fuerte subida en bolsa. Cotizó a 1.115 pesetas por acción y cambiaran de manos más de 11 millones de títulos, récord histórico de la compañía. En Wall Street, a media sesión se negociaban cinco millones de títulos.

El anuncio de que Telefónica vaya a dejar de dar el dividendo rijo de 55 pesetas al que tenía acostumbrados a sus accionistas supone que éstos tendrán que asumir un riesgo que hasta ahora no tenían. Ello significa que si los resultados son malos, el dividendo puede ser inferior a las 55 pesetas, o al contrario.

Cándido Velázquez acompañó en su intervención los datos más significativos del plan estratégico de la empresa para los próximos años. Según los datos entregados, la compañía tiene previsto realizar unas inversiones de 2,7 billones de pesetas en el periodo comprendido entre 1991 y 1995. De acuerdo con los objetivos que tiene la compañía, esto supondrá que pasados estos años, España podrá alcanzar una densidad de 41 líneas por cada 100 habitantes frente a las 34 actuales, cerca de la media comunitaria.