Osasuna jugó sin agresividad y perdió en Sofía

Osasuna pagó su falta de experiencia en las competiciones europeas. El equipo navarro acostumbra a jugar con gran carácter, pero en Sofía se mostró como un equipo sin chispa, incapaz de manejar un partido cómodo. Sólo 1.000 espectadores asistieron al encuentro. No había presión ambiental alguna para los jugadores de Zabalza. El talento del Slavia tampoco asustaba a nadie. Los búlgaros no ofrecieron nada espectacular. Se limitaron a marcar un gol en un golpe franco y aprovechar las concesiones de Osasuna.El partido fue aburrido en todos los aspectos. La frialdad de las gradas se transmitió al césped. Ninguno de los equipos pareció motivado. Osasuna creyó que el empate era seguro y no arriesgó nada. La debilidad del Slavia merecía un poco más agresividad por parte de los navarros, pero sorprendentemente los jugadores de Zabalza se apartaron de su tradicional estilo de juego.

El gol búlgaro castigó el juego de Osasuna. No hizo más el Slavia. Tenía que llegar su tanto en un saque de falta. No había manera de que los búlgaros ligaran tres pases seguidos. Sin embargo, Dermenguev estuvo hábil para sobrepasar la barrera con un tiro con efecto. Luego todo discurrió igual. Osasuna dejó todo su trabajo para el partido de vuelta.