Sandra Myers intenta hoy el podio en 400

La española Sandra Myers, nacida en EE UU, tendrá que refrendar su mejor registro de la temporada para buscar uno de los tres primeros puestos en la final de 400 metros. Myers posee la cuarta marca mundial del año -49.67 segundos-, pero no tiene asegurada una carrera fácil. En las semifinales no descubrió su verdadera condición física. Ganó y mostró cierta autoridad en una carrera difícil, pero no corrió con soltura.Myers tuvo el control de la prueba en todo momento. Siempre estuvo en cabeza, aunque su tranco era un poco ag arrotado. En una atleta de sus características nunca se sabe si es la falta de fluidez es producto de alguna dificultad. Su cualidad primera es la fortaleza y una formidable capacidad competitiva. No es una atleta con la clase de la francesa Perec o de la facilidad de movimientos de la alemana Grit Breucr. Pese a su estampa acorchada, no perdió los papeles en la última recta, cuando las ocho atletas se colocaron a la misma altura. Por un momento, pareció que la clasificación se libraría en la ruleta. Sin embargo, Myers sacó el genio y se impuso a sus adversarias, con un registro de 50.64 segundos.

En la otra semifinal, se perfilaron las tres favoritas para la victoria. María José Perec es un regalo para el atletismo. Su cadencia y armonía son admirables. Ganó la carrera con cierta facilidad, por delante de Grit Breucr y la soviética Olga Brizgina, campeona olímpica en Seúl. Todas corrieron con facilidad y guardaron reservas. Su imagen fue superior a la de Sandra Myers.

En los 800 metros, Tomás de Teresa encontró un puesto en la final. Fue una prueba de su incremento de experiencia en las grandes competiciones. El carácter especulativo de las series de medio fondo convierten a estas carreras en un asunto para gente hábil. Tomás de Teresa lo fue. Sin malgastar un gramo de energía, llegó a los últimos 50 metros con la posibilidad de colarse en la llegada de un grupo muy compacto. Su colada le dio el tercer puesto y la posibilidad de pelear en la final de una prueba que ha perdido brillo en los últimos dos años.