"No estoy satisfecho con la medalla"

Sergi López, luciendo su medalla de bronce, entró en la sala de Prensa con el rostro preocupado, y es que sus 2.13.40 constituían el principal escollo para que el nadador español sea feliz en estos europeos."No estoy satisfecho con la medalla. Si hubiera hecho mi marca y hubiera quedado tercero no me hubiera sabido a poco esta medalla, pero llevo todo un año entrenando muy duro, y en especial después de los Mundiales de Perth, y no puedo estar contento con los resultados", explicó.

Su récord nacional de 200 libres en el primer relevo de los 4x200 el primer día daba la impresión de que Sergi estaba mucho más fuerte. "No es que lo parezca, estoy más fuerte. Lo que ocurre es que no lo puedo decir porque no he demostrado nada en la piscina. Creo que no he hecho la carrera que debía, es decir, la que tengo dentro de mi cabeza. Puedo pensar que estoy muy fuerte, pero no lo puedo decir. En principio, tendría que haber salido más fuerte porque he realizado entrenamientos para mantener un ritmo más elevado. Sin embargo, me puse al lado de Nick Gillingham y le estuve siguiendo durante toda la prueba sin reaccionar ni nada".

Al nadador español todavía le quedan los 200 estilos para mejorar aún más su actuación en Atenas. "Sí me queda esa oportunidad, pero yo me he entrenado muy fuerte en braza, pero no en mariposa ni en espalda. Puedo mejorar mi marca porque me encuentro fuerte, pero no haré un gran tiempo" porque no tengo un gran nivel en dos de los estilos".

Sobre el futuro, Sergi piensa: "Tenía las cosas muy claras al venir aquí. Estaba fuerte. Y es que cuando se entrena mucho nunca piensas que nada te puede salir mal. Sin embargo, así ha sido. Yo no puedo estar pensando en tonterías. He quedado tercero, no le voy a dar más vueltas a la cabeza. Me voy un mes de vacaciones. Hace un ano que no mejoro mi marca. Ésta es mi auténtica preocupación al final de este europeo".

Sergi también se encontraba muy fuerte para los anteriores mundiales de Perth, pero no le salieron las cosas como esperaba. En Atenas ha logrado una medalla sin demasiado brillo. Hay quien teme que tanta frustación pueda perjudicarle en su preparación de cara a los Juegos Olímpicos de Barcelona.