El Madrid, víctima de su individualismo

Si la imagen ofrecida por el Real Madrid el pasado jueves ante el Oporto llenó de perspectivas pesimistas su futuro competitivo esta temporada, la ofrecida ayer ante el Ajax toma tintes desalentadores y preocupantes.En el equipo de Radomir Antic, cada jugador hace la guerra por su cuenta y no existe ni el conjunto ni la disciplina colectiva. El grupo se ha convertido en la antítesis de la seguridad. Su trabajo defensivo flojea en todos los aspectos: contundencia, colocación, capacidad de sacrificio, entendimiento y rapidez de repliegue.

La delantera holandesa fue siempre bien recibida en el área madridista y paseó a sus anchas por sus inmediaciones con la tranquilidad que inspira semejante deferencia.

Los jugadores madridistas parecen estar convencidos, por su proceder sobre el césped, de su falta de capacidad destructiva, y esto los lleva a perder confianza hasta en la creación de su propio juego, faceta en la que deberían marcar la diferencia. Los madridistas parecen no creer en ellos y transmiten su desconfianza por todo el campo y abandonan su inspiración.

Ataques

Los ataques del Madrid tampoco infundieron temor al Ajax que, a diferencia del Oporto destacó más por su rapidez de creación que por su seguridad de destrucción. El Madrid no intimidó, y sus jugadores, conscientes de ello, abandonaron cada ataque cabizbajos.Tras la expulsión de Buyo, el panorama fue aún más desalentador para los madridistas. El resultado habitual en estos casos consiste en la multiplicación de esfuerzos, pero el corte estilista de su alineación hace impensable esta fórmula. Si con 11 parecen nueve a la hora de tapar huecos, con 10 aún menos. Y eso que Jaro, el sustituto del guardameta expulsado, entró en lugar de Hagi, el hombre menos dotado para estos cometidos.

El lance de la expulsión no puede convertirse en un atenuante, porque el propio Antic, minutos antes, se había dado cuenta de que su equipo no funcionaba y estaba dispuesto a incluir a Milla en el centro del campo en lugar del rumano. Hagi estuvo perdido sobre el césped, desmotivado, y pedía a gritos el cambio.

Capítulo aparte merece Michel, que sigue ofreciendo una imagen de descentración sobre el césped. El poder de convicción de su juego es en estos momentos mínimo, menor incluso que el del público coruñés, que, con gritos de "¡fuera, fuera!", logró persuadir a Antic para que lo sacara del campo.

El paso del Madrid por el Teresa Herrera ha sido frustrante. La imagen que ha dado es excesivamente individualista, totalmente vulnerable en defensa, desconfiado en ataque y pobre en variantes tácticas desde el banquillo.

El Ajax se aprovechó de ello y se permitió alardes de todo tipo. Y hasta le perdonó un penalti...

Victoria del Oporto

El Oporto, primer rival del Madrid en este torneo, se impuso en el Teresa Herrera al ganar en el partido final al Deportivo de la Coruña por un 1 -0.El tanto de la victoria fue marcado por el ex barcelonista Aloisio en el minuto 92, cuando en las gradas el público acariciaba la idea de una victoria local tras el regreso del Deportivo a la Primera División del fútbol español.