Oposición clara, control radical
Los dirigentes centristas se han convencido de que la mejor manera de recuperar votos en las próximas elecciones legislativas es distanciarse del PSOE, restringiendo la colaboración parlamentaria, y ejerciendo un "control radical" de la gestión del Gobierno, con denuncias de cualquier abuso del poder. De este modo aspiran a recuperar la imagen de partido de oposición alejado de complicidades con los socialistas, aunque diferenciado también de un centro-derecha al que identifican con el neoliberalismo conservador. Y el CDS, dicen sus dirigentes, "propugna un radiclismo liberal".En el documento que centrará el debate político del congreso centrista se afirma que "con la actual composición del Parlamento, no parece conveniente una estrategia de acuerdos con el PSOE que no tenga resultados políticos claros, porque la experiencia prueba que surten el efecto contrario". Los dirigentes del partido apelan a que suscribieron un pacto parlamentario con los socialistas que sólo deparó buenos resultados para el nuevo Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), mientras que "ha sido un desastre" el proyecto de reforma del servicio militar.
Los responsables del CDS parten de la convicción de que en la sociedad española existe la demanda de un partido político de centro y de la perspectiva de que "quien domina el centro-izquierda tiene la llave de la gobernación del Reino"
Éxito y fracaso
Pero también reconocen, con perceptible amargura, que la historia del Centro Democrático y Social desde su fundación es la historia de un éxito y un fracaaso al mismo tiempo. Éxito y fracaso que constituyen también "los determinantes fundamentales de la crisi existencial que padecemos", según su propia expresión. Desde la presunción de que buena parte de los votos que perdió el CDS en las recientes elecciones municipales engrosaron la abstención, los centristas confían en recuperarlos si el partido acierta en tres o cuatro asuntos importantes.Según sus análisis provisionales, el CDS puede restablecer unos perfiles claros de la identidad del partido con una "defensa beligerante de los derechos humanos y las libertades públicas; una lucha permanente por el Estado social liberal y democrático de Derecho y la promoción o colaboración en todo aquello que contribuya a la paz y a la distensión internacional".
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