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El puente aéreo ha perdido casi 83.000 usuarios en el primer semestre del año

El tráfico aéreo en el aeropuerto de Barcelona ha descendido por primera vez en seis años. La guerra del golfo Pérsico consiguió frenar la tendencia al alza del tráfico en El Prat, que había crecido ininterrumpidamente desde 1985. En el primer semestre de 1991, el número de pasajeros ha descendido el 7,65% con respecto al mismo periodo de 1990, mientras que el número de vuelos se ha mantenido casi al mismo nivel, con un descenso del 0,97%. También han descendido los pasajeros del puente aéreo Barcelona-Madrid: 82.879 menos (un 8,3%) que en 1990.El número de pasajeros registrado entre los meses de enero y junio de este año ha sido de 4.155.431, frente a los 4.499.613 del primer semestre de 1990. Este descenso (del 7,56%) parece tener un carácter coyuntural, debido a la coincidencia del conflicto armado del golfo Pérsico: las pérdidas de pasaje han afectado mucho más a los vuelos internacionales (con un 12,56% menos de pasajeros) que a los vuelos interiores (2,46% menos), y fueron especialmente acusadas en plena guerra (27,42% menos).

El descenso del número de pasajeros en los vuelos nacionales (2,46% menos) es atribuible fundamentalmente a la fuerte caída experimentada por el puente aéreo Barcelona-Madrid (8,3% menos) tras varios años de crecimiento sostenido. En estos seis meses, esta línea ha transportado 915.271 pasajeros, frente a los 998.150 del primer semestre de 1990. Las causas de ello parecen estar directamente relacionadas con las deficiencias del servicio.

16 millones en el 2000

La tendencia en el uso del aeropuerto rompe el ritmo de crecimiento experimentado en los últimos seis años, podría acabar comprometiendo las hipótesis de incremento del tráfico aéreo calculadas por las autoridades aeroportuarias. Siempre que se consiga superar el bache ocasionado por la guerra del Golfo, el tráfico de pasajeros podría situarse en, el año 2000 en más de 16 millones, una cifra que se acercaría peligrosamente a la capacidad máxima calculada para la nueva terminal diseñada por el arquitecto Ricard Bofill: 17 millones de pasajeros anuales.Las dimensiones de la terminal -cuyas obras tienen un coste de unos 26.000 millones de pesetas- guardan estrecha relación con la capacidad real de las actuales pistas, por lo que un aumento del tráfico aéreo superior al previsto obligaría no sólo a ampliar la terminal, sino muy posiblemente a construir también una tercera pista. Esta posibilidad -que los técnicos sitúan hacia el año 2004- ya ha sido apuntada por el ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell.

Durante el año pasado, el aeropuerto de El Prat recibió 9.041.248 pasajeros, casi un millón de personas más que el año anterior (8.146.096). Este incremento fue paralelo al del número de aviones que aterrizaron en el aeropuerto, que pasaron de 106.128 a 117.731.

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