La última opción

Silke tiene 17 años y no sabe qué es un sindicato pero en cuanto se lo explican encuentra la idea fantástica. "Los trabajadores tienen sus derechos y tienen que defenderlos", señala tajante antes de ir a trabajar de camarera de una terraza veraniega. Rafa, un mensajero de 19 años, cansado de currar, sí sabe qué es un sindicato, pero no tiene muy buena opinión de ellos "porque a mi sector lo tienen marginado".

En España existen más de dos millones de jóvenes entre 20 y 24 años capacitados para trabajar. Según CC 00, el 63% de los jóvenes tienen contratos temporales. Los datos de UGT elevan este porcentaje de temporalidad hasta el 70% y cifran en casi un millón los demandandes de primer empleo entre 16 y 30 años.

Javier Sanz, secretario del departamento de la juventud de CCOO, señala que la afiliación sindical entre 16 y 22 años está cada vez bajando más por el tipo de relación contractual que hay. Esta versión se repite una y otra vez. Un joven con contrato de tres meses "se siente continuamente amenazado", explica. Con lo cual, un trabajador de estas características si intenta acercarse a un sindicato suele encontrarse con la frase "como te metas en líos en la empresa no te renuevo". Ante este panorama, afirma, "no le queda otra elección que "rechazar el sindicato". Por lo tanto, "la relación joven / sindicato está ligada a la relación joven / sindicato está ligada a la relación joven / tipo de contrato", señala el portavoz de CC OO que cifra en 200.000 sus afiliados menores de 30 años. "La estabilidad en el empleo es lo que nos ayuda a crecer", explica Lorenzo Álvarez, secretario de la juventud de UGT que asegura contar con 300.000 miembros entre 18 y 35 años.

El perfil histórico del sindicalista es el de un hombre de más de 45 años que trabaja en el sector industrial y desempeña una labor manual. Nada que ver, pues, con el perfil del joven trabajador de los 90. Con edades comprendidas entre los 20 y los 35 años están empleados en el sector servicios y la mayoría con un contrato temporal.

La Encuesta Nacional de Juventud muestra que los sindicatos son una de las últimas asociaciones en las que piensa un joven cuando decide afiliarse o asociarse a algo.

El sitio de los políticos

A esto hay que añadir la poca conexión que existe entre la juventud y el movimiento sindical. "¿Un sindicato es el sitio ese donde se reúnen los políticos para hacer las leyes?", se interroga una jovencita quinceañera que no sabe lo que es una central porque, entre otras cosas, no se lo han explicado en el colegio.

Para intentar evitar este tipo de situaciones el secretario de la juventud de UGT acude a los institutos a dar charlas sobre el movimiento sindical. Su homólogo de CC OO también cree que esta es la fórmula por lo que van a exigir que en los centros de Formación Profesional se den clases de relaciones laborales.

Pero también reconocen un fallo en el hilo que conecta la gente joven con estas asociaciones. "No me sorprende que un joven no entienda o no sepa qué es un sindicato porque nunca hemos llego a ese joven para explicárselo", añade el de CC OO. La culpa de esta situación UGT la achaca, en parte, a la Administración "que ha creado una cultura del consumo que lleva a los jóvenes a Ias actividades lúdicas y no a actividades sociales".

Otros jóvenes saben lo que es una central sindical como José Álvarez de 24 años que explica Ios sindicatos ayudan al trabajador", pero los identifica con la política y señala que "todos van a lo mismo". Él reconoce que gana más de 200.000 pesetas al mes transportando maquinaria pero a costa de hacer 16 hora diarias. Protestar sobre sus condiciones ni se lo plantea "porque al final voy a salir perdiendo yo".

Juan Blanco sociólogo de CC OO realizó un estudio sobre los trabajadores de empresas de más de 50 trabajadores. El 80% de los encuestados dicen que UGT y CC OO tienen una dependecia muy fuerte de los partidos políticos. Entre las conclusiones señala que cuando se juntan dos variables: juventud y empleo temporal lo que quieren "es dinero y empleo". Estos empleados piensan que los comités de empresa se preocupan "poco o riada" de los problemas de los jóvenes. Los jóvenes piensan que UGT es mucho más flexible en sus reivindicaciones y más moderado. Mientras que de CC OO señalan que es más participativo.

Otros profesionales son conscientes de las ventajas de la afiliación. Rosa María Martínez, un profesora de 35 años, no se ha afiliado nunca "por dejadez y porque nunca he tenido un problema laboral". Tres de sus once compañeros están afiliados y reconoce que "están más informados que nosotros" y cree que pertenecer a un sindicato "puede ser útil pero no necesario".

No todo es desconocimiento, dejadez o temor; existen miles de jóvenes que, a pesar de todo, se afilian. Como Luis Vázquez, un universitario de 22 años que trabaja los fines de semana de barrendero en el aeropuerto de Barajas y está afiliado a CC OO. Luis explica que sus compañeros ven con mucha indiferencia "estas cosas político-sindicales".

Según el estudio de CC OO, los más jóvenes se ven como los últimos de la cadena. No tienen satisfacción con el trabajo "sólo es un vehículo hacia el dinero", dicen que no reciben atención especial de las centrales y que ni siquiera "entienden su lenguaje". Lo único positivo que reconocen del sindicalismo es el enfrentamiento de la huelga general del 14-D por el pleno empleo.