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Polémica en el Athletic por el posible fichaje de un vasco francés

E. RODRIGÁLVAREZLa inclusión de Bixente Lizarazu, jugador vasco-francés nacido en Hendaya que milita en el Girondins de Burdeos y capitanea la selección Sub 21 francesa, entre los posibles objetivos del Athletic para la próxima temporada ha resucitado los demonios familiares en el club rojiblanco respecto a los futbolistas nacidos en el territorio francés que el nacionalismo vasco incluye en su cartografía fronteriza.

La discreta, pero evidente ambición, de directivas anteriores por contar en el Athletic con algún jugador vasco-francés, que estuvo a punto de concretarse con el fichaje de La Cuesta -un centrocampista fogoso y corretón del Bastia- se ha revuelto ahora en una actitud timorata de la directiva frente al riesgo de que el fichaje de un francés que ocuparía plaza de extranjero -oficialmente así sería considerado en la Liga- pudiera desatar la polémica.

Sin embargo, el nombre de Lizarazu ha estado en la cartera de distintos entrenadores rojiblancos. Los informes de Howard Kendall y de su sustituto Txetxu Rojo avalaron al jugador sobre cuyas cualidades no parecen dudar ninguno de los actuales técnicos del club. Para complicar aún más la situación, el actual técnico Iñaki Saez, el manager Jesús Aranguren y los directivos reconocen que el Athletic sufre una carencia histórica en el lateral izquierdo desde que la anterior junta represaliara a De la Fuente tras el affaire Clemente-Sarabia.

Inicialmente el Athletic tanteó a la Real Sociedad respecto a Lasa, hoy madridista, pero su alto precio abortó cualquier posibilidad. Se intentó después el retorno de De la Fuente, pero el Sevilla negó la carta de libertad que el Athletic exigía para su contratación. Sólo quedaba la alternativa de Lizarazu.

Lizarazu es un extremo zurdo reconvertido en lateral de carril, físicamente poderoso, agresivo y dotado de la técnica que imprime la escuela francesa a sus jugadores. En cierto modo es un calco del ex realista Lasa.

Negociaciones paradas

El contrato que le une al Girondins y la espera de la decisión del Consejo de Estado francés, que finalmente anunció el pasado viernes que este club militará en Segunda el próximo año a causa de sus presuntas irregularidades económicas, han sido los argumentos del Athletic para justificar la pasividad en las gestiones de su contratación, pese al fuerte interés de los técnicos del club.

Pero en el fondo del asunto late la polémica de si Lazarazu se adapta o no a la filosofía del club respecto al origen de sus jugadores. De recalar en el Athletic, Lizarazu sería oficialmente un jugador extranjero, aunque la masa social lo acogería como vasco a todos los efectos. El presidente ha evidenciado en este caso un exceso de celo que ha recibido críticas de los sectores más nacionalistas de la afición, en medio de una sorda pero evidente polémica.

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