El silencio de Suárez inhibe a posibles líderes para el CDS
El silencio del ex presidente del CDS, Adolfo Suárez, desde que dimitiera la noche electoral del pasado 26 de mayo, está pesando como una losa sobre los dirigentes y cuadros medios de esta formación centrista de manera que no terminan de manifestar con claridad el tipo de dirección que consideran más adecuada en tanto que no conocen si Suárez va a participar o no en ella.Otra de las incógnitas para la mayoría de los miembros del CDS es la de si el fundador del partido apoya decididamente al actual equipo que encabeza el secretario general José Ramón Caso.
En medio de estas incógnitas, ayer se celebró en Madrid la convención nacional que tenía como una de las misiones poner las bases políticas y organizativas para el próximo congreso extraordinario del mes de septiembre. Aunque de esta convención no han salido nombres de personas, queda claro que además de la candidatura que previsiblemente encabezará el secretario general, José Ramón Caso, numerosos dirigentes regionales desearían que el portavoz nacional, Antonio Fernández Teixidó, y el eurodiputado Rafael Calvo Ortega encabezaran la alternativa. Las intervenciones de ambos fueron muy aplaudidas, calificándolas por algunos dirigentes "con un 10".
Ideas progresistas
Fernández Teixidó puso el énfasis en que la renovación tiene que ser percibida por la sociedad, en el sentido de que los centristas están dispuestos a rectificar, a reafirmar su independencia y a defender las ideas progresistas que caracterizan a su programa. Ciertamente, estos deseos son compartidos por todo el partido y por el secretario general José Ramón Caso. Las diferencias vienen cuando se afronta la renovación de la dirección.
Calvo Ortega instó a los dirigentes regionales a que fueran ellos quienes decidieran qué tipo de renovación querían, en tanto que Fernández Teixidó consideró que la renovación debía ser "emblemática" en lo que se refiere al presidente y al secretario general.
El presidente asturiano Alfonso Román fue el único explícito respecto a reprochar a la actual dirección los malos resultados electorales, lo que llevó a Caso a contestarle en el sentido de que también él tendría alguna responsabilidad en la derrota de su feudo asturiano.
Todos los intervinientes parecían obligados a comenzar sus discursos con palabras elogiosas o de recuerdo hacia Adolfo Suárez, pero tan sólo el presidente de Cantabria, Manuel Garrido, hizo una petición formal de que Suárez volviera a ocupar su cargo.
Los miembros de esta convención aprobaron una declaración de voluntad de continuidad del proyecto centrista. El secretario general, José Ramón Caso, constató que la mayoría de las intervenciones habían mostrado el deseo de "reforzar los aspectos de control sobre el Gobierno".
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