Mensaje sin matar al mensajero
Cuando se buscan valores para comprar los ojos deben mantenerse abiertos, pero los oídos es mejor que sean sordos, tal como recuerda un viejo aforismo bursátil. El más apasionado en un mercado de dinero, o de su contrapartida en títulos, es el sediento de información, y de ahí se infiere que seguir los pasos de la rumorología o del simple macutazo es el modo más rápido de perder la cartera. El proverbio tiene además su moraleja: descuelgue el teléfono y en su lugar estudie los charts; es decir, profundice en esos gráficos de manual que pretenden resolver matemáticamente la alquimia de las cotizaciones; haga caso omiso de lo que le susurren al oído y húndase sesudamente en la diáspora de puntitos entre los ejes de abscisas o ordenadas.En el parpadeo destelleante de la pantalla del ordenador está la resultante de los miles de interrogantes que plantea el excceso de información desinformante. Se trata de obviar el mensaje sin llegar al extremo de matar al mensajero porque en ocasiones -ayer fue una de ellas- el concepto es elemental y llega nítido: cayó Tokio y detrás del descalabro del Nikei -más de 700 puntos- se diluyeron todos o la mayoría de índices indicativos del planeta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.