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LA DESINTEGRACIÓN YUGOSLAVA

Una guerra real e informativa

Lev Kreft, de 40 años, diputado del Partido de Renovación Democrática (comunistas reformados) y profesor de Estética en la Universidad de Liubliana, intenta razonar, aun cuando las emociones y el pánico oscurecen los argumentos en medio de la guerra informativa y real que azota a la población eslovena. Kreft afirma que la situación de tregua que caracteriza la relación actual entre las Fuerzas Armadas yugoslavas y la defensa territorial "es el peor estado de psicosis". La situación es peligrosa porque no existe un tercero capaz de mediar entre las dos partes. Según él, la presencia de los observadores internacionales, para dar credibilidad a cualquier acuerdo, es absolutamente indispensable."En este momento, ambas partes intentan mejorar su posición negociadora. Tratan además de ver dónde está el límite de tolerancia del enemigo". El peligro del ambiente que oscila entre la paz y la guerra, explica Kreft, ,les que la guerra de la información se lleva histéricamente más allá de cualquier límite". El objetivo es desacreditar al otro lo más posible. En un ambiente similar, donde la guerra de los nervios va en aumento, tanto entre los civiles como entre los militares, alguno puede perder la compostura y reaccionar con violencia.

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Kreft precisa que su partido ha efectuado un pequeño análisis del estado de ánimo en toda Eslovenia y concluye: "En los sitios donde hubo conflictos bélicos, la gente está a favor de la paz, bajo cualquier condición, siempre y cuando se respete la independencia de Eslovenia. En las áreas donde no se han presentado los conflictos, la población favorece las medidas más radicales en contra de las Fuerzas Armadas".

Genscher, en Austria

La inseguridad física, los tiroteos esporádicos, los conflictos reales e inventados, la violación repetida del alto el fuego y una atmósfera sumamente explosiva impidieron la llegada del ministro de Exteriores alemán, Hans-Dietrich Genscher, a Liubliana. En el último minuto, tras llegar a Villah, en la frontera entre Austria y Eslovenia, Genscher decidió recibir a su homólogo esloveno en esta localidad.

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