Miguel Bosé

Miguel Bosé espera con regocijo la jornada del próximo sábado. Su participación en los dos macrorrecitales simultáneos en Madrid y Barcelona para conmemorar el 25º aniversario de la cadena 40 Principales, junto a los 21 grupos musicales españoles más representativos de la música pop y rock, la considera una ocasión para mostrar que la música carece de fronteras. "¿Dónde está el rock y dónde el pop?", se pregunta el cantante. "Vamos a demostrar que la música carece de fronteras, que sólo la separa una imagen, que se puede viajar de un lado a otro, que toda la música está cercana a ti".Bosé será el único cantante que participe en el concierto del estadio Santiago Bernabéu, en Madrid, para volar inmediatamente a Barcelona, en avión privado, y actuar en directo en el estadio de Sarriá junto al grupo Duncan Dhu. El cantante. Opina que esta fórmula de conciertos simultáneos, que se celebra por primera vez en España y que serán retransmitidos en directo por Canal + y la cadena SER, es la ocasión idónea para "mostrar en el escenario y hacer partícipes a los asistentes de lo que de vez en cuando un grupo de amigos hacemos en nuestras casas". "Será una gran fiesta para todos, un encuentro de todos los amigos", explica Bosé, quien recuerda que su meta en los comienzos de su carrera musical era Ilegar a ser número uno de los 40 principales ". Y lo consiguió en 1976 con su primer éxito discográfico, Linda, al que han seguido otros muchos.

Miguel Bosé, un hombre que en su trayectoria profesional nunca ha cerrado las puertas al riesgo y a la apuesta permanente, está embarcado en múltiples proyectos. Además de continuar hoy con el rodaje de la película Tacones lejanos, de Pedro Almodóvar, y de seguir preparando su disco, que tendrá listo para el mes de octubre, acaba de ser fichado por la Expo 92 como director del programa Jóvenes Valores del Siglo XXI. "Trabajar con Almodóvar es un privilegio y una gran escuela. Yo no he hecho demasiado cine. Poca gente ha apostado por mí, quizás porque mi imagen musical es demasiado fuerte. Pero cuando a Pedro Almodóvar le gusta un actor y lo tiene claro, le va armando y trabajando con él. Yo tengo claro que después de trabajar con Almodóvar voy a cantar de otra manera, a escribir de otra manera...". Los comentarios surgidos a raíz de la publicación de su imagen de travestido, una de las facetas de su papel en Tacones lejanos, no le extrañaron demasiado por la "falta de rigor y de profesionalidad de algunos medios de comunicación que se dedican a fomentar sólo la envidia y la mediocridad". "Yo soy morboso porque soy famoso. Cualquier cota de poder y de fama es envidiable y derribable", intenta explicar.

A sus 35 años, asegura encontrarse contento en su piel -"con las constantes contradicciones necesarias y deseables"- y que todavía le queda mucho por hacer, le quita importancia a su triunfo. "No hay ningún heroísmo, es más fácil de lo que parece. No tiene mayor mérito", afirma seguro. "Yo [al público] no le doy lo que quiere de mí, sino lo que yo quiero que quiera de mí", asegura Miguel Bosé, sabedor de su personalidad cautivadora, y que dentro de pocas semanas se cogerá el primer mes de vacaciones de los últimos tres años.