Los Lakers, molestos con Jordan por creer que quiso burlarse de ellos

Ni siquiera Michael Jordan, el jugador más frío en la cancha, es inmune a las emociones. En momentos grandes vive cada canasta, deja ver lo que siente, algo parecido a lo de un futbolista cuando marca un gol. Es un comportamiento casi universal en el deporte. Pero ha comenzado a irritar a los Lakers de Los Ángeles. El miércoles pasado, después de que los Bulls de Chicago les igualaran a un triunfo en la final de la Liga profesional norteamericana de baloncesto (NBA) al imponerse en su cancha por 107-86, se quejaron de que Jordan se estaba burlando de ellos, les estaba faltando al respeto. Jordan lo negó rotundamente el jueves. Pero la controversia es inevitable. El tercer partido se disputó en Los Angeles en la madrugada pasada.

Jordan se vio desbordado el miércoles por la alegría y con buenas razones para ello. Sumé 33 puntos y 13 asistencias, encesté 15 de 18, y encabezó un ataque arrollador que hundió y humilló a los Lakers. Su momento mas apasionado fue en el cuarto tiempo, cuando se quedó suspendido en el aire, se cambió el balón de mano y logró una canasta por debajo del aro, de carambola, que ni siquiera él se creyó. En ese momento el marcador estaba 97-71, la ventaja más grande de los Bulls. Mientras el público estalló en ovaciones, Jordan hizo gestos con su puño derecho en alto exactamente enfrente del banquillo rival."Es algo que no se debe hacer tan pronto en una serie", declaró el base de los Lakers, Byron Scott; "pero, como es Michael, me imagino que piensa que lo puede hacer impunemente. Nos molesta ver a alguien de su categoría comportarse de esa manera. Pero le he visto hacerlo antes. Por eso no me sorprende".

Su compañero Magic Johnson insistió en que no vio ese gesto, Pero, entre líneas, quedó claro que no quería pronunciarse sobre el tema, comprometerse: "Michael estaba pletórico. Cuando estás así, sientes que eres imparable. Él sintió que nadie le podía detener".

Sorprendido

Jordan se quedó un poco sorprendido ante la controversia suscitada. Negó rotundamente que dijese algo a sus contrarios mientras realizaba ese movimiento y afirmó que tan sólo fue resultado de la emoción: "Me estaba motivando a mí mismo. Me sentía excitado por el momento. Me han malinterpretado. Yo vivo mis emociones. No estaba faltando al respeto a nadie. En el baloncesto se viven las emociones. Ciertamente, no señalé a nadie con el dedo. Así no se juega".

Éste fue el asunto preferido en la conferencia de prensa que realizaron los Bulls el jueves. Los Lakers, posiblemente agotados por el viaje, cancelaron su entrenamiento. Jordan nunca perdió el control. Pero, obviamente, estaba sorprendido por la dimensión que se le había dado: "Es un momento de emociones, es la primera vez que nos encontramos en esta situación. Nadie me puede decir que limite mis emociones. Scott las muestra. Johnson, también. Yo no vi que hiciera nada mal. Estaba enfrente de. su banquillo. Sólo por eso creen lo que creen".