Sainz quiere ganar el Acrópolis para quedarse a dos pasos del título

Carlos Sainz y Luis Moya (Toyota Celica) disputan, a partir de hoy y hasta el próximo jueves, el Rally Acrópolis de Grecia, posiblemente la prueba más dura de todo el Campeonato del Mundo. Los caminos de rocas y tierra del país heleno someten a un gran esfuerzo a las mecánicas de los coches y también a los pilotos. La dureza de su trazado ha convertido al Acrópolis en el safari europeo, según todos los participantes. El campeón del mundo se presenta en Grecia con 22 puntos de ventaja sobre el finlandés Juha Kankkunen (Lancia) en el Mundial de pilotos y consigue que su marca aventaja en seis a Lancia en el campeonato de marcas.

La pareja campeona regresa al escenario donde logró su primer éxito en el Mundial, hace exactamente un año, y tras las victorias en Montecarlo, Portugal y Córcega parten como principales favoritos. Sólo han pasado 12 meses y aquel primer triunfo de Sainz empieza a formar ya parte del recuerdo. Casi está olvidado porque después han venido seis más en pruebas todavía más prestigiosas, como el 1.000 Lagos, el RAC o Montecarlo.La posición de los españoles en el campeonato, tras la disputa de las cinco primeras pruebas, es realmente envidiable. Tienen 22 puntos de ventaja sobre el segundo, y un buen resultado en Grecia colocaría a Sainz a un paso de revalidar su título. Y eso a falta de ocho carreras para que acabe la temporada. Incluso si un hipotético éxito del piloto español se combinara con malos resultados de sus principales rivales -Juha Kankkunen, Didier Auriol y Miki Biasion-, podría ser que Sainz consiguiera tener vacaciones este verano.

El Acrópolis ha sido, tradicionalmente, un rally de resistencia, especialmente mecánica. Por eso el vencedor suele ser el que mejor cuida su coche. En ese sentido, el Toyota de Sainz se ha mostrado muy robusto en los últimos meses.

También los neumáticos juegan un papel fundamental porque existe un gran riesgo de pinchazos. Hay que recordar que el año pasado los Lancia incorporaron neumáticos con ATS -una especie de espuma que, colocada en el interior de la cámara, evita que el neumático se deshinche del todo en caso de reventón-, pero aun así no pudieron evitar la victoria de Sainz. Este año, los técnicos de las dos marcas más importantes, Michelin (Lancia Mitsubishi, Mazda y Subaru) y Pirelli (Toyota y Ford), han trabajado mucho en esta cuestión.

Amplia participación

El recorrido del rally se ha modificado bastante respecto a ediciones anteriores y la novedad más importante es la recuperación de los tramos del Peloponeso, que no se hacían desde que competían los desaparecidos vehículos del grupo B. En total, los participantes recorrerán 1.776 kilómetros, de los que 607 corresponden a los 48 tramos cronometrados.En cuanto a la participación, Sainz, que partirá con el número uno en la puerta de su coche, tendrá como grandes rivales a los pilotos de Lancia, Kankkurien, Auriol y Biasion, deseosos de lograr un triunfo en un rally que siempre había sido favorable a los intereses de la marca italiana y, a la vez, con la intención de reducir la ventaja del piloto español en la clasificación del Mundial. Además, en el Acrópolis estarán los dos conductores con más futuro, el alemán Armin Schwarz (Toyota) y el francés François Delecour (Ford). Su rendimiento es una verdadera incógnita porque ambos están considerados especialistas de asfalto y en Grecia ese elemento está reservado a los sectores de enlace.

Completan la inscripción los representantes de Mitsubishi, que, si el coche resiste, pueden luchar por las primeras posiciones, aunque no han conseguido tener a tiempo la nueva versión del Galant VR4. Y en su tradicional papel de comparsas estarán Subaru, Nissan y Mazda, que finalmente contará sólo con un coche; por tanto, Jesús Puras no participará en el Rally Acrópolis. Quien sí estará, como segundo español, es el canario Fernando Capdevila (Ford Sierra de grupo N).