Suárez asegura que la alternativa al PSOE es un Gobierno de coalición con el CDS
Con una hora de retraso por problemas técnicos y la asistencia de unas 600 personas, el CDS cerró ayer por la noche su campana electoral en el cine Consulado de Madrid. Por la mañana en Ávila, el presidente del partido, Adolfo Suárez, afirmó que "tras las próximas elecciones generales la alternativa al Gobierno socialista será otro gobierno de coalición en el que inevitablemente estará el CDS". El mensaje fue lanzado también en Madrid para reclamar el voto.El acuerdo que el CDS propugna para gobernar en las comunidades y los ayuntamientos -con el PSOE como socio más probable y descartado el PP- será la llave que permitiría al partido de Adolfo Suárez sentarse en el Consejo de Ministros tras las generales previstas para 1993.
Suárez quiso ayer así transmitir la idea de que el CDS navega contra viento y marca -las encuestas auguran un retroceso electoral- aunque sembró algunas dudas sobre si él seguirá al mando. En una conferencia de prensa anterior al mitin de Ávila, contestó a una pregunta directa que "el CDS tiene sentido sin Suárez-, añadió después: pienso dejar la política y si lo pensara no lo diria" y concluyó: no tengo ninguna intención de dimitir".
Incluso los últimos dias de campaña ha llegado a decir: "Ya veremos si no vuelvo a ser otra vez presidente del Gobierno", en un tono de provocación.
Garantía de diálogo
Suárez ha intentado marcar las diferencias para evitar que un pacto con el PSOE implique la disolución del partido. Ayer relteró que el CDS garantiza el diálogo mientras que el PSOE ha estado gobernando ocho años con prepotencia. También una declaración de independencia al arirmar que su partido es el único no condicionado por intereses de ningún tipo y que sus militantes representan un "inconformismo lúcido".
Aunque el CDS no llenó ayer en Madrid -el gallinero del cine estaba vacía- se mostró en plenas facultades con un discurso más acalorado que lo habitual. Como acostumbra en los mítines, empezó por echar más leña a los discursos de sus candidatos. A Carlos Revilla, que se presenta a la presidencia de la Comunidad de Madrid, le matizó que Madrid no es una ciudad habitable, rnoderna y europea, porque el Gobierno de Leguina se ha dedicado durante ocho años "única y exclusivamente a disfrutar del poder". A José Ramón Lasuén, candidato a la alcaldía, le puntualizó que los demás partidos "no creían que el CDS estaba muerto; querían matarnos para eliminar a un partido incómodo".
Suárez reclamó ayer otra vez el voto con la señera del diálogo, del que él se considera un ejemplo vivo por su papel protagonista durante la transición democrática.
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