Lewis, exculpado de la acusación de conducir en estado de ebriedad

El atleta norteamericano Carl Lewis fue absuelto ayer de la acusación de conducir en estado de ebriedad. Un jurado de Houston compuesto por cinco mujeres y un hombre llegó a esta conclusión después de deliberar durante tres horas sobre el incidente acaecido el 11 de enero, fecha en la que Lewis fue detenido después de que su vehículo se saliera de la carretera.Carl Lewis declaró el pasado miércoles que estaba "definitivamente sobrio" cuando fue detenido por la policía acusado de conducir bebido. Lewis se mostró bastante nervioso durante el tercer día de declaraciones en el juicio que se celebró contra él.

Lewis insistió en que tomó una cerveza a las siete de la tarde aquella noche antes de desplazarse con unos amigos a un local nocturno en el que tomó un zumo de arándanos, así como un combinado de dicho fruto y vodka. Lewis, ganador de cuatro medallas olímpicas en los Juegos de 1984 y otras dos en los de 1988, negó que estuviera bajo los efectos del alcohol. Argumentó que se entrena cinco días a la semana y que se tiene que levantar muy temprano todas las mañanas para iniciar su trabajo. "Lo primero de todo es que soy un atleta", dijo, "y por tanto entiendo las consecuencias de la bebida. Estaba definitivamente sobrio aquella noche", añadió.

Falló el volante

Lewis explicó que fue un fallo de la dirección la razón por la cual su automóvil, un Audi color negro, golpeó el bordillo de la calle para romper las dos llantas. Lewis, sin embargo, fue sometido a la prueba del alcohol, que dió un porcentaje de 0,12 en su sangre, por encima del 0, 10 que marcan como límite las leyes del Estado. "Me encontraba muy nervioso porque no sabía lo que iba a suceder". William Lindsey, el agente que le detuvo, testificó que había observado que Lewis tenía dificultades para mantenerse erguido.