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El Senado repetirá la votación del proyecto de ley del IRPF "por conveniencia política"

, La Mesa del Senado decidió ayer, tras hora y media de discusión, repetir la votación del proyecto de Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), aprobado el pasado jueves con 177 votos emitidos por 156 senadores. El presidente de la Cámara, Juan José Laborda, insistió en que el proceso tuvo validez jurídica y que su anulación se produce por "conveniencia política". La Mesa no sancionará a los senadores que votaron irregularmente al no existir denuncias internas ni "pruebas" determinantes. Los testimonios gráficos publicados en la prensa no sirven al no ser "documentos parlamentarios".

Los siete miembros de la Mesa del Senado -cuatro del PSOE, incluido el presidente de la Cámara, dos del PP y uno de Convergència i Unió- habían sido convocados el domingo por Laborda para estudiar dos escritos presentados por los portavoces del grupos popular y mixto en los que se advertía de posibles irregularidades en el proceso de votación percibidas por los informadores.En sus resoluciones, aprobadas por unanimidad, la Mesa solicita del Congreso la remisión del texto del proyecto de ley para que pueda someterse de nuevo a votación el próximo jueves. La Mesa ha acordado además pedir la mejora de los sistemas electrónicos de la Cámara, de modo que el presidente pueda percibir la ocupación de los escaños en el momento de la votación.

Laborda reiteró ayer los argumentos empleados el pasado domingo, durante su primera comparecencia pública después de la conflictiva sesión del jueves. Así, insistió en que el proceso tiene plena validez jurídica porque "el Reglamento establece la presunción de la legalidad de las votaciones y sólo deben advertirse las irregularidades en el momento de la votación", cosa que no sucedió. La Mesa ha anulado el proceso, al considerar la polémica en "términos políticos". "Hemos adoptado la decisión más correcta ante la opinión pública", recalcó.

El presidente del Senado insistió en que él cumplió "estrictamente" con su función, ya que, según el Reglamento de la Cámara, el presidente sólo puede verificar el número de senadores presentes cuando se exija un quorum cualificado o cuando lo soliciten los grupos parlamentarlos o diez senadores.

Laborda rechazó que se fuera a sancionar a los parlamentarios que habían cometido las irregularidades porque, por un lado, "no existe en el Reglamento ningún precepto para corregir este tipo de errores" y, por otro, porque en los escritos presentados por los dos grupos políticos se pide la verificación de la votación, pero no se apunta directamente a los culpables.

Respecto a las fotografías en las que se veía a un senador votando varias veces, Laborda volvió a restarles validez al no tratarse de "documentos parlamentarios": "La Mesa actúa de acuerdo a las iniciativas de los senadores. Aquí hablamos de una presunción externa, no de una acusación interna". El presidente agregó que la Mesa ha remitido a los grupos un escrito en el que apela -que no censura- a los portavoces para que cooperen en que correcto ejercicio "del deber de votar".

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Cuatro fueron los senadores cogidos in fraganti en el momento en que emitían dos votos el pasado día 9: Gaspar Zarrías (inmortalizado fotográficamente cuando votaba con la mano y con el pie) y Jesús Galán Pérez, ambos del PSOE, y Alejandro Mena. y Juan José Ortiz, del PP.

Libres de toda culpa

Emitir más de un voto con cualquier extremidad no es sancionable por el Senado. Semejante proceder no está previsto en los artículos 101, 102 y 103 del Reglamento de la Cámara, que se refleren a la disciplina parlamentaria.Si al senador, en cambio, se le ocurre proferir "palabras ofensivas al decoro de la Cámara o de sus miembros" corre el riesgo de sufrir suspensión en el ejercicio de la función parlamentaria por el plazo de un mes.

Igual sanción ampliable a un año- y la pérdida de la parte proporcional de su retribución sufrirán aquellos representantes que "exhiban o hagan uso de arma blanca o de fuego" durante el curso de una sesión, o quienes, en el acaloramiento de un debate, agrediesen a otro senador. Mucho más suave será el castigo para los oradores que prolonguen sus peroratas más tiempo del habitual. En este caso, serán "llamados a la cuestión".

Partiendo de esta base legal, la Mesa de la Cámara no puede sancionar a los senadores que el día 9 emitieron más de un voto.

El presidente del Senado, Juan Jose Laborda, no excluyó ayer la posibilidad de que se modifique el Reglamento, lo que, en última instancia, dependerá los grupos parlamentarios.

Ya por la tarde, en Burgos, Laborda insistió en que corresponde a las formaciones políticas el castigo de tales conductas, informa Efe. Esta posibilidad parece alejarse después de que el propio presidente del Seriado anunciase que el secretario de Organización del PSOE, Txiki Benegas, había desmentido unas declaraciones que le atribuía el domingo un medio informativo, según las cuales su partido tenía la intención de sancionar a los senadores socialistas que votaron dos veces.

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