_
_
_
_
NECROLÓGICAS

Miguel Rodríguez, actor y locutor de radio

Falleció a los 49 años el actor y locutor Miguel Rodríguez Pérez, una de las voces más importantes de la radio en Canarias, dado su éxito en este medio a lo largo de más de un cuarto de siglo. En Radio Club Tenerife (cadena SER), emisora decana del archipiélago, en la que trabajó durante más de 20 años, cobró gran notoriedad como locutor polifacético hasta su muerte. Sus aptitudes para la interpretación, favorecídas por una innegable figura de galán, le acreditaron como un actor muy solicitado para papeles principales tanto en teatro como en cine.Transmitió en todo lo que hizo una profunda carga humana, que siempre le delató como un ser sensible. Los directores de cine Teodoro y Santiago, Ríos recuerdan del que era su actor preferido que en una reciente película, Guarapo, Miguel Rodríguez tuvo que encarnar un papel de malo, y a pesar de los esfuerzos para caracterizarle como tal, resultó imposible manipular en la pantalla su rostro de hombre bueno. La casualidad quiso que la muerte le sobreviniera en el hospital el mismo día que esta película era ofrecida por Canal +. Había actuado en compañías profesionales de teatro en Madrid y Caracas.

Sin duda, debía su fibra artística al entorno de una isla, La Palma, de vigorosa tradición cultural, en la que nació al mundo y al arte que practicó durante toda su vida. Era autor de teatro (su primera distinción, un premio nacional juvenil, le fue concedida en Huelva por su obra El sueño de Morfeo), poeta, notable rapsoda y pintor. Pero, sobre todo, fue un hombre de radio, otro lujo que pierde este medio.

En los años setenta se convirtió en una auténtica estrella de la radiodifusión y el espectáculo en las islas. Obtuvo el premio al mejor actor canario con la película El Aleph, de los hermanos Ríos, basada en un relato de Jorge Luis Borges, y sobresalió como un certero coprotagonista de Talpa, versión cinematográfica de un relato de Juan Rulfo. Vivió en un primerísimo plano el denominado auge del cine canario, en la citada década. En Radio Club fue el gran pinchadiscos de las orquestas canarias, a las que convocaba a diario con la particular consigna de "¡Heepale... mis amigos!". Así se adelantó al auge discográfico de la música salsera y caribeña. De igual forma, fue uno de los locutores mas impuestos en folclor en la isla y prestó su voz a la empresa de unir radiofónicamente Canarias y América en un programa semanal vía satélite, ¡Aló, Venezuela!

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_