Todo está absorbido

El mercado se ha convertido en un aburrido vaivén desde hace dos semanas. Faltan novedades. Las buenas noticias -bajada de la inflación y de los tipos de interés, recorte de la rentabilidad de los activos y de las supercuentas, fin del conflicto del Golfo y estabilidad del precio del crudo pertenecen ya al pasado. Todas ellas han sido absorbidas por las cotizaciones. Ahora, nuevos estímulos o nuevos frenos deben ser capaces de animar el panorama. Uno de ellos pueden ser los resultados de las empresas en el primer trimestre del año. Otro, el listón en el que se situará el precio del dinero en la subasta de regulación del día 25, después de que la autoridad monetaria mantuviera ayer congelado el precio del dinero.Entretanto, se está produciendo una clara disfunción entre algunas recomendaciones de los analistas y la operativa diaria. Algunos informes afirman con contundencia que la composición de la cartera debe cargarse con renta variable. Sin embargo, el consejo no se traduce en un aumento del flujo de negocio, que en Barcelona está detenido en el umbral de los 2.000 millones diarios. El dinero parece dirigirse sólo a valores con espectativas de cambios accionariales, pero falta confianza en el propio mercado.