Miguel Bosé

Miguel Bosé cumplió ayer 35 años vestido con minifalda, tacones rojos de 15 centímetros y mostrando unas piernas que, así, en una ojeada, no tienen nada que envidiar a aquellas que hicieron tan famosa a Cyd Charisse, por ejemplo. Esa nueva imagen de hermosa y salvaje rubia oxigenada de dos metros de altura obedece a un ensayo del cantante-actor para la próxima película de Pedro Almodóvar, Tacones lejanos, que comenzará a rodarse el próximo 15 de abril con Miguel Bosé en el papel protagonista. "Si esta película y esa imagen de travestido me las pide otro director, no lo habría hecho", explica.Miguel Bosé, que se ha escapado a Madrid cuatro días desde México, adonde regresará mañana para terminar una gira musical, dice que carece de pudor como personaje público. "En la vida real soy un tímido y me cuesta muchísimo ser yo. Pero ser otro no me cuesta ningún trabajo, y, al revés, me vuelvo descarado. Eso sí, yo he asumido que, con el historial de ambigüedad que se me ha achacado siempre, ahora podría haber más morbo viéndome en un papel de travestido. Pero no me preocupa nada, porque ésa será la imagen del Miguel Bosé público, pues con mi vida privada nunca he traficado".

Un juez que se toma tan en serio su trabajo que para investigar los casos se disfraza de mil maneras es el papel múltiple que va a interpretar Miguel Bosé en Tacones lejanos. "Es un personaje provocador, fascinante y muy nuevo. Algo así como un inspector Clouscau, pero más en serio", explica. "Cuando se ocupa del intento de asesinato por el que está acusada Victoria Abril, todo se va liando y tiene una historia de amor con ella".

Y continúa: "Lo de aparecer de travestido no es gratuito, sino que aquí tiene un sentido, porque es una de las facetas del personaje, aunque no la única, y, además, es la que más impresionará, porque el personaje comienza la película presentándose así y no primero como juez. Más que asustado, lo que tengo es muchísima curiosidad por trabajar con Pedro Almodóvar y un gran sentido de la responsabilidad, porque el cine es mi asignatura pendiente, a pesar de haber hecho ya 18 o 19 películas".

Miguel Bosé explica que Almodóvar y él, se conocían "desde hace muchísimos años, y siempre ha habido un interés mutuo. Cuando me llamó para proponerme hacer una prueba para el papel -que inicialmente tenía Antonio Banderas-, yo ni me lo pensé, porque estoy convencido de que sacará de mí lo mejor que tenga; además, tengo la seguridad de que no va a dejar nunca que salga en pantalla algo quea él -y por tanto a mí- le desmerezca". Y cuenta que ha hecho un descubrimiento: "Almodóvar se regocija mucho con todo lo que tú puedas aportar como actor, siempre y cuando le sorprendas violentamente".

El principio por el que se define Miguel Bosé es, según dice, por intentar "ser un creativo a disposición de las necesidades que tenga y la voluntad de arriesgarme siempre. ¿Quién en su sano juicio puede rechazar trabajar de protagonista en una película de Almodóvar que se verá en todo el mundo?". Consciente de que después de dos meses y medio de rodaje con el cineasta manchego "me meteré en una clínica, de reposo", insiste en que no le preocupan "para nada las consecuencias de este personaje en mi imagen musical, porque eada vez me aparto más de los hit parades y estoy empezando a entrar en lo que puede ser la gran identidad de Miguel Bosé en todos los sentidos: música, cine, escribir, y hasta poder pensar en dirigir mañana esto o lo otro".