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EL CAMP NOU NO DECIDIÓ EL TÍTULO

El Atlético mantiene viva la Liga

Nadie sabe cómo se resolverá esta Liga. Todo parece indicar que el Barcelona, que ha resistido las pruebas de perder a Koeman por lesión, a Stoichkov por sanción y a Cruyff por infarto, será capaz también de resistir el acoso y derribo al que le está sorrictiendo el Atlético de Madrid, que anoche cumplió en el Camp Nou su decimosexta semana sin perder. Sea como sea, alguien tendrá que agradecer al conjunto rojiblanco, a final de temporada, el esfuerzo que está realizando piara que este campeonato se mantenga vivo y continúe teniendo aliciente.El partido del mes -pues por lo sucedido anoche, a esta Liga le quedan aún varios partidos del año- acabó en tablas. Y no por deseo de los jugadores, que se dejaron la piel en el campo, sino porque la suerte favoreció esta vez al conjunto azulgrana, que de nuevo contó con la fortuna que tiñe a los campeones. El Atlético, que protagonizó una discretísima primera parte, despertó en el segundo tiempo, presionó arriba, se hizo de una forma clara y fácil con el control del centro del campo y tal vezacabó encontrando a faltar a Futre, quien, de no haberse retirado lesionado a la media hora ele juego, hubiese podido aprovechar alguna de las muchas ocasiones y balones perdidos que merodearon ante los Ojos de un Zubizarreta desesperado, pluriempleado, que volvió a tener que hacer las funciones de libre al cubrirle las espaldas a Koeman.

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La noche empezó en el más puro estilo Cruy, que manoseó la alineación barcelonista, retocando lo que es suyo y no de Carles Rexach. La presencia en el equipo titular de un Koeman que necesita partidos para volver a ponerse en forma fue la nota más destacada y la dernostración de que el Profeta del gol volvía a la acción. Aunque no sólo eso. pues después, para desesperación de la gent blaugrana, Cruyff ordenó cosas tan dispares como el emparejamiento de Amor con Manolo en la banda izquierda y la colocación de Eusebio como lateral derecho para controlar a Toni. En lo que sí acertó Cruyff fue en situar a Ferrer como secante de Schuster.

El Barcelona intentaba atar así al Atlético, pero cometía el error -por vez primera en toda la temporada- de cambiar su tradicional puesta en escena, pues en efecto acababa con la movilidad del Atlético al maniatar a Schuster, pero inutilizaba a Amor, su cerebro, en funciones de lateral. Y como Koeman no está aún para mandar, el Barça fue incapaz, pese a controlar la situación durante los primeros 45 minutos, de romper la férrea defensa rojiblanca -la menos goleada de todo el campeonato- y de crear ocasiones de gol. Koeman no hizo de Amor, y lo de Amor lo podía haber hecho cualquier otro y no ese lujoso creador.

Cada vez que el Barcelona recuperaba el balón y levantaba la cabeza, creía estar jugando contra un equipo de 22 y no de 11. Todos los suyos tenían pareja. A veces, hasta dos. Ivic, además, cargó su defensa hacia la izquierda y ahogó a Goikoetxea, quien no pudo sorprender a nadie. Con Koeman atrás, sin atreverse a subir; con Amor de lateral y con Goiko controlado, el Barça no supo casi nunca qué hacer con el balón. Su única oportunidad en la primera parte llegó en una jugada de tiralíneas, un tuya-mía-de aquél, de Laudrup, Begiristain, Stoichkov y Bakero, que se fue a las nubes.

La segunda parte no pudo empezar mejor para el Barcelona, que contó con la inestimable colaboración de Abel para colocarse inesperadamente por delante en el marcador. El Atlético, que minutos antes había decidido salir a morir adelantando su presión hasta las inmediaciones de Zubizarreta, no dio su brazo a torcer. lvic sacó a Alfredo, un hombre habilidoso, reposado pero rápido y que juega ti lo Schuster, para ayudar al alemán quien al adelantar su posición pareció desembarazarse del pegajoso Ferrer.

Como el Barça seguía torpe y sin cerebro, basando toda su fuerza en el entusiasmo de su hombres y, en el portentoso de rroche de Bakero, el Atlético decidió que había llegado su hora. Poco le importó haberse dejado en Madrid a Donato -su hombre de atrás, su cerebro defensivo, su trampolin- y en el vestuarlo a Futre. Dicho y hecho. Sabas le amargó la noche a Nando, Manolo empezó a complicar le la vida a Amor, Schuster cruzó cuatro diagonales y Alfredo marcó el ritmodel partido.

Por eso, y porque se lo mere cieron, llegó el empate. Nacido en las espaldas de Koeman y ma terializado por un chutarro, algo suertudo, de Vizcaíno. Quedaban 25 minutos, deniasiados para un Barcelona voluntarioso pero de sorganizado y, sobre todo, fuera de lugar. El rornpecabezas y, lo que es más grave, la decisión de colocar a sus horribres a expensas del Atlético hizo que los barcelonistas reclamaran un penalti (m. 73) por posibles manos de Solozábal -en caso afirmativo, fueron involuntarias- para intentar ganar y, aún peor, que se vieran en la necesidad de defenderse, paradójicamente, cuando en el campo sólo tenían dos de fensas: Koeman y Nando.

Fue Zubizarreta quien al final se jugó media vida en una salid suicida ante Tomás y salvó el partido en un paradón a disparo a bocajarro de Schuster. Fue Abel quien consiguió el récord, pero puede ser Zubi quien se lleve la Liga.

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