Sadam promete elecciones libres, igual que tras la guerra con Irán
El presidente iraquí, Sadam Husein, se dirigió ayer a su pueblo en un mensaje televisado -el primero tras la derrota- en el que se comprometió a democratizar el régimen y a celebrar elecciones libres pluripartidistas. El líder iraquí aseguró que ha aplastado la revuelta en el Sur, pero se vio obligado a reconocer que los combates prosiguen al Norte, en Kurdistán.La oposición en el exilio y las emisoras rebeldes que emiten desde las montañas kurdas no habían reaccionado anoche ante las palabras de Sadam, que, sin duda, recuerdan al pueblo iraquí las promesas de pluripartidismo y democracia hechas por el presidente tras los ocho años de guerra con Irán, y que se quedaron en agua de borrajas.
Sadam responsabilizó (sin nombrarle) a Irán de la revuelta, lo que provocó la inmediata reacción de Teherán, que desmintió su participación y advirtió a Bagdad contra cualquier "atentado contra los lugares santos". Según la BBC, en la ciudad santa shií de Kerbala cientos de personas han muerto en los combates contra las tropas gubernamentales.
El presidente de EE UU, George Bush, y el primer ministro británico, John Major, afirmaron ayer que todo el arsenal químico iraquí ha de ser destruido antes de que se levanten las sanciones económicas.
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