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Entrevista:

Un clásico insumiso que vuelve al redil

"Yo he sido el más votado por las bases y, aunque no me molesta ir en cuarto lugar, me desagrada que mis compañeros de partido, al hacerse las listas, votaran mi nombre en blanco. Me he preguntado si se trata de una forma de castigo".P. Se ha dicho que, sin usted, el Ayuntamiento de Madrid sólo enseñaría su cara guapa.

R. No lo sé. Hay mucha gente en los barrios, en las asociaciones de vecinos, en los movimientos vecinales, que lo haría en el Ayuntamiento igual o mejor que yo. Pero o no son militantes de partido o no están en las listas. Y para las elecciones autonómicas tampoco se ha respetado la voluntad de las bases. En las asambleas obtuvieron los puestos sexto, séptimo y octavo gente luchadora como yo: Mariano Gamo, Susana López, José Luis Nieto, pero los han desplazado a puestos en los que no tienen ninguna posibilidad de salir.

Félix López Rey permanece desde hace tres semanas, día y noche, junto a su esposa, enferma y tratada en el faraónico hospital Doce de Octubre. "Esto", dice, "era en los años cincuenta el cerro de San Cebrón, un vertedero al que veníamos mi padre y yo con un carro y un borrico a coger ladrillos de desecho para hacer chabolas. Yo he vivido en chabola, he sido chabolista hasta 1980. Y ahora que puedo gritar tengo que exponer y defender los problemas de la gente que vive como he vivido yo. Cuando alguien del Pozo del Tío Raimundo, de San Cristóbal de los Ángeles, de Orcasitas, de Tetuán, de Carabanchel, de Campamento, quiere ver al alcalde y no lo consigue, se viene a mí".

"Conozco la marginación"

P. Por ese se desdice usted, y desea permanecer en la lista.R. Sí, y es que han sucedido cosas últimamente. El 26 de febrero, en un acto al que asistieron 600 personas, me pidieron que siga ahí. Y así se lo hice saber a la dirección de Izquierda Unida por teléfono. Pero me han dicho que lo exponga por escrito, y el viernes pasado les hice llegar la carta.

P. Será usted la única voz del movimiento social en el Ayuntamiento.

R. Y en la Comunidad, porque ni Mariano Gamo, ni Susana López, ni Julián Rebollo, que ha sido vetado de las listas municipales por el mismo PCE, ni ningún luchador en los barrios va a salir elegido. Yo llevo 20 años en esto. Yo fundé, en octubre de 1970, en Orcasitas, la asociación de vecinos, y luego fui cofundador de la federación regional de esas asociaciones. En estas luchas soy un clásico

P. ¿Llegará a tiempo su rectificación?

R. Tiempo sobra hasta abril. A mí no me molesta que le tengan que dar el segundo puesto al Pasoc y que en el tercero pongan a una mujer, pero que mi partido no vote mi nombre en blanco.

P. ¿Volverá entonces su voz a clamar en los despachos?

R. Mi voz es la de los que no tienen voz. Ni sé idiomas ni tengo muchos conocimientos, pero conozco los problemas de la marginación, de la droga, de quienes han vivido como yo.

Se considera un clásico este hombre que no acabaría de encajarse en el barroquismo de la política convencional. Es una voz que transmite mensajes demasiado directos. No es hombre de partido.

"No lo soy, porque los partidos seguirán existiendo, pero los militantes van a desaparecer".

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