_
_
_
_
FASE CLASIFICATORIA DEL CAMPEONATO DE EUROPA

La selección española se aleja de Suecia

Alex Martínez Roig

España cedió anoche muchas de sus posibilidades de estar en Suecia. Ahora queda a expensas de Francia, que depende de sí misma -debe recibir a Albania e Islandia y visitar a Checoslovaquia y España- Lo peor de todo es que la selección de Luis Suárez perdió frente a una que es técnicamente muy inferior. Pero el equipo francés posee excedentes de algo que al español le falta a menudo en los grandes compromisos: humildad y coraje para, sabiéndose inferior, luchar al máximo.El público festejó la victoria coreando el nombre de pila del seleccionador, Michel Platini. Es un triunfador. En poco más de dos años ha construido un conjunto todo terreno, como le gusta definirlo, sin más estrellas que sus delanteros, pero dotado de una capacidad de sacrificio impresionante. Platini ha repetido desde hace meses, y sus jugadores se lo han creído, que no es tan bueno como el que ganó la Eurocopa en 1984, pero que esa falta de cualidades técnicas pueden suplirse con espíritu de bloque, de trabajo colectivo. Eso funcionó ayer.

España, con sólo cuatro titulares del último Mundial, incurrió, sin embargo, en esa falta de instinto criminal. Arrancó bien y tuvo a Francia contra las cuerdas, pero perdonó como en Checoslovaquia. En esos dos partidos claves, España ha tenido la oportunidad de sumar cuatro puntos y ha regresado con el canasto vacío.

España comenzó a toda máquina y a los dos minutos ya había desmentido todas las informaciones lanzadas por la Prensa francesa en los últimos días. No iba a cerrarse con descaro. Golkoetxea, en el primer minuto, y Sanchis, en el segundo, penetraron por la izquierda casi hasta el area pequeña sin encontrar oposición. Esas incursiones, que ya anunciaban la debilidad flagrante de la defensa francesa, tuvieron su confirmación poco después, cuando Bakero recibió el balón de Michel y, tuvo tiempo de parar, mirar y templar sin que nadie le molestase en cinco metros a la redonda. Hacía mucho tiempo que España no tenía un inicio tan optimista y positivo.

Pero, como en Checoslovaquia, España perdió la concentración y eso le costó el empate cuatro minutos después, Sauzée cabeceaba tan cómodamente como Bakero había marcado. En ese espacio de tiempo entre gol y gol, la selección falló hasta cuatro veces en el inicio de la jugada. Juanito, nervioso e impreciso, entregó tres balones al contrario al no medir sus pases. Francia, invicta desde hace dos años, estaba anonadada, pero encontró un regalo de los españoles para recuperarse. Esos cuatro minutos fueron la clave. Si España no hubiese permitido ese empate, y hubiera serenado el juego, posiblemente el resultado habría sido distinto.

En el equipo español hubo cosas que funcionaron claramente mejor que otras. Goikoetxea, por ejemplo, fue olvidado por sus compañeros durante la primera parte, cuando Francia estaba más abierta, y, sin embargo, se le buscó como recurso en la segunda, cuando los franceses habían cerrado mucho más los espacios. Amor funcionó como eje de¡ equipo con mucho acierto hasta que Platini colocó sobre él a un perro viejo, Fernández, Junto a Amorós el único superviviente de 1984. A partir de ese momento, Amor desapareció. Con él desaparecieron también los canales de comunicación entre la defensa y el ataque.

Quizá los numerosos cambios de los últimos meses (Nando, Juanito, Vizcaíno, Bakero y Amor) influyeron en la falta de concreción del dominio español. Vahirua, Papin y Cantona, lo mejor de Francia, llegaban con peligro, pero se quedaban siempre frenados en la zona cercana al área. Pese a todo, España dio la sensación en la primera parte de poder superar con facilidad a una defensa francesa excesivamente abierta. No lo hizo y lo pagó con creces después.

Platini varió el esquema defensivo en la segunda mitad ampliando de tres a cuatro el número de sus integrantes al colocar a Amorós, que había jugado hasta entonces como centrocampista por la izquierda, como marcador de Goikoetxea. Boli, que había ejercido esa función en la primera mitad, se colocó ante Butragueño, que, mucho más lento, sólo apareció una vez, en un balón que le arrebató Martini. El cambio de Platini, unido a la entrada de Fernández, dio más serenidad a Francia en su retaguardia y España ya no fue capaz de entrar con la soltura de la primera mitad. Había dejado escapar su gran ocasión.

El desenlace, funesto para los intereses españoles, comenzó a acelerarse con el remate de Papín. Sanchis, que dice que prefiere a Hugo Sánchez, presenció en una posición privilegiada el golazo. De espaldas a la portería y en semivolea, JPP, como se le conoce en Francia, remató un balón que Zubizarreta sólo vio cuando ya estaba en la red.

La conclusión fue penosa. España se quedó sin capacidad de reacción. Francia, sabedora de reacción sus limitaciones, agarró con las manos la oportunidad que se le estaba presentando y acabó el partido con el tercer gol, de nuevo de cabeza, ante una defensa demasiado vulnerable en el juego aéreo. En un repaso rápido del partido, Francia no pudo ser más eficaz: de cuatro remates tres fueron goles.

Suárez ha tratado de restar importancia al partido de anoche desde hace una semana. Los deseos no siempre coinciden con las realidades. España ahora tiene mínimas posibilidades de clasificarse para Suecia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Alex Martínez Roig
Es de Barcelona, donde comenzó en el periodismo en 'El Periódico' y en Radio Barcelona. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Deportes, creador de Tentaciones, subdirector de EPS y profesor de la Escuela. Ha dirigido los contenidos de Canal + y Movistar +. Es presidente no ejecutivo de Morena Films y asesora a Penguin Random House.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_