Curados de espanto
La guerra no altera el ritmo en las salas de contratación de petróleo
Poco o nada ha cambiado. La actividad de los traders (operadores del mercado de petróleo) de dos de las principales compañías petrolíferas españolas, Repsol y CEPSA, no se ha intensificado tras el estallido de la guerra del Golfo. El mercado ya había descontado el efecto de la misma desde el inicio de la crisis, el pasado 2 de agosto, y ésta es un detalle más de la volubilidad que le aqueja desde entonces. Son las noticias del Golfo las que marcan la tendencia del día.
Estos profesionales de edades entre 25 y 35 años están tan pegados a la pantalla y colgados al teléfono como siempre, como lo requiere su profesión. De 6.30 de la mañana a 9.30 de la noche siguen los mercados de Tokio, Singapur, Londres y Nueva York. La crisis del Golfo y ahora la guerra han modificado sólo en fechas muy señaladas el quehacer de estos equipos.Los traders están ya acostumbrados a que las cotizaciones que aparecen en la pantalla de su terminal de Telerate conectada con los mercados de crudo en el mundo oscilen de dólar en dólar en lugar de 5 centavos en 5 centavos. En estos momentos de incertidumbre, los titulares de la agencia de noticias Reuters que aparecen en la esquina inferior de las tablas de cotizaciones a las que están permanentemente conectados, tienen una importancia clave. Saben que cualquier fuerte oscilación está directamente relacionada con la última noticia que llegue del Golfo.
La responsable del departamento de futuros de Repsol, Clara Pérez, recuerda especialmente el día de la reunión entre el secretario de Estado estadounidense, James Baker, y el ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Tarek Aziz. El optimismo inicial que se respiraba en el mercado, mientras se prolongaba la entrevista, provocó una caída de hasta tres dólares en el precio del barril de crudo. "Al término del encuentro, estabamos todos reunidos esperando el comunicado oficial y en cuestión de cinco minutos se podía ver en la pantalla cómo el mercado recuperaba los tres dólares que había perdido y subía cuatro más en anticipación a una guerra inminente", dice Pérez.
Los casi 60 millones de barriles que se producen al día en el mundo son vendidos y compra dos varias veces en el mercado El 20% de esta producción se negocia en el mercado libre o spot y aproximadamente el 80% restan te está ya contratado de antemano a medio y largo plazo entre los grandes traders de los países productores y sus clientes habituales
La compra física de estos cargamentos de petróleo viene acompañada de una intensa actividad de compra y venta en el mercado de futuros (en lotes de 1.000 barriles y de forma anónima) y en el de papel (en lotes de 500.000 barriles). Estas operaciones pretenden cubrir el riesgo de la operación ya contratada en primer lugar y hacer dinero "aprovechando el conocimiento del mercado" en segundo, afirma Clara Pérez.
En los mercados de futuros y papel se llega a vender al día entre tres y cuatro veces el total de la producción mundial. "La actividad de papel está estrechamente ligada a la volatibilidad del mercado", manifiesta Enrique Varela, director de aprovisionamiento de Repsol. La cobertura de esta compañía sobre sus contratos de compra de cargamentos -que ascienden a 750.000 barriles al día destinados a abastecer sus necesidades de refino-, "no se aproxima estrictamente al 100%, pero es muy elevada en tiempos de incertidumbre" dice.
"Se cierran operaciones de gran envergadura en pocos minutos. No te da casi tiempo a recapacitar", comenta uno de los traders encargados del comercio de productos en Cepsa. Esta companía petrolífera, controlada por el Banco Central, compra en mercado fisico 250.000 barriles al día para abastecerse.
El coordinador del equipo de traders de Cepsa cifra en cerca de 200 las llamadas diarias que hace cualquiera de estos jóvenes. Son llamadas para enterarse de quién está cerrando una operación, de las olas de compra o de venta y en general, de la tendencia del mercado. Un mercado que todos coinciden en calificar de "cotilla", en donde hablar y saber tirar de la lengua son cualidades fundamentales.
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