El 25º Super Bowl, ensombrecido por la guerra del Golfo

El 25º Super Bowl, la final de la Liga del fútbol americano, se disputará mañana en Tampa (Florida) a partir de las 18.18 horas (las 0.18 del lunes en España), como estaba previsto, pero ensombrecido por la guerra del golfo Pérsico; de hecho, George Bush, el presidente, se dirigirá al país en el descanso. Las bodas de plata de este espectáculo han resultado discretas y reducidas a lo fundamental, el partido entre los Buffalo Bills y los New York Giants, campeones respectivos de las conferencias americana y nacional. De no ser por los carteles de "bienvenido", el Super Bowl podría pasar inadvertido."He pasado más tiempo en mi cuarto durante los últimos tres días que en los últimos diez Super Bowl", confiesa Will McDonough, cronista del diario Boston Globe y comentarista de la cadena NBC: "El Super Bowl es como una gran convención. Ves a tus amiguetes, hay barra libre y los hoteles de categoría organizan festejos. Pero este año, no. El ambiente es sobrio y todos están concentrados en su trabajo. Hay poca diversión". El comisionado Paul Tagliabue canceló la Fiesta anual de la Liga, que cuesta un millón de dólares y se prepara para 3.000 invitados. La empresa cervecera Anheuser-Busch hizo lo mismo con la suya de presentación de los espacios publicitarios a estrenar en su retransmisión televisual. Sí se han mantenido, en cambio, las casetas de los patrocinadores, esta vez al estilo de una feria española.

"El público norteamericano no se paralizará por los sucesos de Oriente Próximo, pero las palabras prioridad y perspectiva son importantes durante el Super Bowl", afirma Joe Browne, vicepresidente de Comunicaciones de la Liga. Como se esperan unos 75.000 espectadores, la mayor preocupación es la seguridad. Los agentes han usado desde el lunes detectores de metal para revisar a quien entrase al estadio para ver los entrenamientos y mañana harán lo mismo.

La policía y el FBI dicen haber recibibo por lo menos una amenaza terrorista contra el Super Bowl, pero ponen en duda su credibilidad. En cualquier caso, 2.000 miembros de ambos organismos, tanto de a pie como de a caballo, han sido movilizados y contarán con la ayuda de perros. El acceso al campo se limitará a cuatro entradas, dos para vehículos y dos para peatones, y no se permitirá que los espectadores lleven consigo sombrillas o efectos electrónicos, como cámaras de vídeo, televisores, radios o teléfonos inalámbricos. "Lo único que permitiremos será una manta. Pediremos disculpas, pero insistiremos en revisarla también", comenta Robert A. Smith, director de seguridad de Tampa.

Dedicado a las tropas

La retransmisión de la cadena ABC no tendrá imágenes aéreas porque se han prohibido los vuelos sobre el estadio entre el mediodía y la medianoche de mañana. Al margen de ello, será tan complicada como siempre. Se utilizarán 22 cámaras y 200 empleados para realizarla durante cinco horas, incluyendo las dos previas al encuentro en sí y un descanso de 12 minutos en el, que Disneylandia organizará un espectáculo dedicado a las tropas desplazadas al Golfo: 2.000 jóvenes llevarán cintas amarillas y se repartirán más de 72.000 banderas norteamericanas. Se espera que el público muestre un apoyo caluroso a aquéllas.Algo no cambia: el precio excesivo de los espacios publicitarios. La ABC cobrará 800.000 dólares por 30 segundos. Entre las empresas que han acordado presentar espacios publicitarios están Anheuser-Busch, Coca-Cola, Nike y Pepsi-Cola. El partido se retransmitirá en directo a Arabia Saudí a través de la cadena de televisión y radio de las Fuerzas Armadas. Según un portavoz suyo, el 90% de las tropas tienen acceso a la radio y un 30% a los televisores. El partido comenzará a las 2.18 horas de allí y se confía en que no haya un ataque durante su desarrollo.