Una pesadilla difícil de olvidar

Algunos habitantes de Tel Aviv y de sus alrededores que tienen familiares en provincias, en los kibutz o en granjas colectivas, están abandonando la ciudad "por una semana, más o menos". Otros capitalinos que no tienen conocidos lejos del lugar designado como objetivo por Sadam han salido hacia el sur de Israel para unas cortas vacaciones. Los hoteles de las ciudades Ashkelon y Eliat se completan con rapidez.Pese a que la ciudad de Tel Aviv sigue bajo amenaza, la mayor parte de sus habitantes permanecen en sus hogares y no se dejan amedrentar. Con lentitud la vida en la capital se normaliza. Las calles están menos vacías que ayer y que anteayer, Las mujeres hacen la compra e incluso llevan el paquete que contiene las máscaras antigás en bandolera con una cierta coquetería. Numerosos almacenes han reabierto y directores de empresas cerradas al no pertenecer "al sector vital para la economía del país", han telefoneado a sus obreros para que reemprendan el trabajo. El 90% de los empleados ha respondido con su vuelta.

El aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv rezuma actividad. Ayer domingo se registraron 30 vuelos de la compañía El Al. Turistas e israelíes abandonan el país, pero otros llegan a Israel. Al mediodía de ayer dos jumbos de El Al procedentes de Nueva York tomaron tierra en Ben Gurión con norteamericanos deseosos de mostrar con su llegada la solidaridad con Israel, y también con decenas de jóvenes israelíes que trabajan o estudian en EE UU, todos ellos reservistas IIamados a filas por el Gobierno.

"¿Pero cuándo le vamos a dar una lección a ese perro de Sadam?", dice a modo de saludo un pescadero que ayer abrió de nuevo su tienda. Es cierto que los israelíes aceptan a regañadientes la indecisión de Isaac Shamir, atenazado entre el deseo de responder con contundencia a Sadam o aceptar la petición de Washington de apretar los dientes y permanecer inmóviles.

Los portavoces del Gobierno insisten que pese a recibir una gran cantidad de misiles antimisiles Patriot, el primer ministro Shamir no se ha comprometido a mantener indefinidamente la pasividad frente a los ataques iraquíes. "Por ahora, Israel no responderá", dicen escuetamente esos portavoces. Pero hoy [por ayer] nadie sabe lo que ocurrirá mañana, pasado mañana o dentro de una semana, si Sadam lanza un ataque con misiles que pudiera provocar una elevado número de víctimas. Conviene tener en cuenta que la efectividad de los Patriot no alcanza más allá de un 60% o un 70%.